Diana Guzmán es una adolescente de Brooklyn cuyo temperamento la mete en problemas en la escuela, ya que se pelea constantemente con otros estudiantes. Su frustración se debe a su infeliz vida familiar: vive en un edificio de viviendas sociales con su hermano Tiny y su padre soltero, Sandro. Sandro paga el entrenamiento de boxeo de Tiny con la esperanza de que se convierta en boxeador profesional, aunque Tiny preferiría ser artista.

Tras visitar el gimnasio de Tiny e intervenir en un combate para defenderlo, Diana pide a los entrenadores que la dejen boxear a ella también. Le dicen que puede entrenar allí, pero no competir en combates reales. Cuando se entera de que no puede permitirse entrenar con Héctor Soto, el entrenador de Tiny, le pide a su padre una paga, pero éste le dice que se busque un trabajo. Diana recurre a robarle el dinero y regresa al gimnasio, donde Héctor comienza a enseñarle los fundamentos del boxeo.

Diana se enfrenta por primera vez a Adrian Sturges, con quien se reencuentra más tarde cuando Héctor la lleva a un combate profesional. Adrian invita a Diana a cenar después del combate y la besa después de acompañarla a casa. Una noche, tras un combate en el que Diana tiene un ojo morado, Sandro ve a Diana y a Adrian juntos y se enfrenta a ella, suponiendo que mantiene una relación abusiva. Ella sale corriendo del apartamento y pasa la noche con Adrian. Cuando él le pregunta por sus padres, ella le revela que su madre se suicidó hace varios años. Cuando Diana regresa a su apartamento, Tiny le ofrece dejar el boxeo para que ella pueda utilizar el dinero del entrenamiento que recibe de su padre.

Más tarde, Diana acude a la fiesta de cumpleaños de Héctor, pero se marcha cuando ve a Adrián amigándose con su ex novia. Cuando Diana y Adrián se enfrentan en su siguiente sesión en el gimnasio, él se muestra reacio a golpearla y ella se marcha antes de que él pueda hablar con ella. El primer combate amateur de Diana está programado contra otra chica, pero cuando su oponente se retira ella acaba luchando contra un hombre, Ray Cortez. Sandro llega en mitad del combate y ve cómo Ray es descalificado por empujón ilegal. Cuando Diana llega a casa, Sandro la regaña por parecer una perdedora. Ella se venga golpeándole contra el suelo y le acusa de maltratar a su madre hasta el punto de suicidarse.

Tras semanas de riguroso entrenamiento, Diana gana otro combate amateur, esta vez contra una chica, Ricki Stiles. Aunque Diana acepta las disculpas de Adrian, las tensiones vuelven a surgir entre ellos cuando se enteran de que ambos han pasado a la final de su división para luchar entre sí. Adrian se niega a luchar contra una chica y Diana lucha por convencerle de que la considere una oponente legítima. Sin embargo, el día de la pelea se presenta y, tras un combate igualado, Diana gana por decisión unánime de los jueces. Tras el combate, Adrian teme haber perdido el respeto de Diana, pero ella le dice que le respeta aún más por haber luchado contra ella, y se reconcilian.