Harry Brown es un anciano pensionista condecorado por los Royal Marines y veterano del conflicto de Irlanda del Norte. Vive en una urbanización londinense gobernada por traficantes de drogas y violentas bandas juveniles, mientras pasa la mayor parte del tiempo jugando al ajedrez con su amigo, Len Attwell, en un pub local propiedad de Sid Rourke. Cuando le llaman del hospital para avisarle de que su mujer, Kath, se está muriendo, Harry llega demasiado tarde a verla porque tiene miedo de tomar un atajo por un paso subterráneo para peatones, que está ocupado por bandas. Su mujer es enterrada junto a la tumba de su hija de trece años, Rachel, fallecida en 1973.

Len confía a Harry que está siendo aterrorizado por jóvenes matones y le enseña una vieja bayoneta que ahora lleva para defenderse; como la policía no puede ayudarle, planea enfrentarse él mismo a sus acosadores. Al día siguiente, Harry recibe la visita de la inspectora Alice Frampton y del sargento Terry Hicock, que le informan de que Len ha sido asesinado. La policía detiene a Noel Winters, el líder de una banda de traficantes de drogas, junto con los miembros Carl, Dean y Marky, pero son puestos en libertad por falta de pruebas. Harry se emborracha tras el funeral de Len, pero de camino a casa, Dean intenta robarle a punta de cuchillo. El entrenamiento militar de Harry se reafirma y mata a Dean con su propio cuchillo. Frampton visita a Harry por la mañana para informarle de que, dado que Len fue asesinado con su propia bayoneta, cualquier cargo podría reducirse a homicidio en defensa propia, lo que enfurece a Harry.

Harry sigue a un traficante de drogas, Kenny, hasta un antro donde negocia la compra de una pistola. Dentro, Harry encuentra a Kenny y a su socio, Stretch, cultivando cannabis y abusando sexualmente de una chica con sobredosis para hacer películas pornográficas. Harry mata a los traficantes antes de quemar su guarida y huye con la chica y una bolsa de armas de fuego. Deja a la niña en la puerta de un hospital, sigue a Marky y mata a un traficante que abusa sexualmente de ella. Después tortura a Marky para que le revele las imágenes del asesinato de Len grabadas con la cámara de su teléfono móvil. Harry utiliza a Marky para provocar a Noel y Carl en un tiroteo en el paso subterráneo; Carl y Marky mueren, y Noel huye perseguido por Harry, que sufre un ataque de enfisema. Harry es encontrado y llevado al hospital.

Frampton ha deducido que Harry está detrás de todos los tiroteos recientes, pero su jefe, el superintendente Childs, está convencido de que todos forman parte de una guerra entre bandas que va en aumento. Childs ordena una gran operación policial en la urbanización, que acaba en disturbios. Harry sale del hospital para buscar a Noel.

Al conducir hacia la finca para detener a Harry, Frampton y Hicock sufren un accidente de coche en el que Hicock resulta gravemente herido. Harry los rescata y los lleva al pub de Sid, donde Frampton advierte a Harry de que Sid es en realidad el tío de Noel. Harry descubre que Sid ha estado escondiendo a Noel, pero baja la guardia debido a otro ataque de enfisema, lo que permite a Sid desarmarle y revelarse como el verdadero líder de la banda. Frampton intenta pedir refuerzos pero es detenida por Noel, que comienza a estrangularla después de que Sid asfixie a Hicock hasta la muerte. Aunque debilitado, Harry saca un revólver oculto y mata a Noel; Sid se prepara para matar a Harry en represalia sólo para ser abatido por francotiradores de la policía, que han respondido a la llamada de Frampton.

En una rueda de prensa posterior al motín, el comisario Childs anuncia que Frampton y Hicock van a ser condecorados (este último a título póstumo), pero subraya que no hay pruebas de que un justiciero estuviera implicado en el caso. A continuación, se ve a Harry caminando hacia el paso subterráneo, que ahora está tranquilo y libre de bandas.