En la Virginia de los años 80, la adolescente Maren Yearly se escapa de su casa para asistir a una fiesta de pijamas con unas amigas. Movida por un impulso caníbal, muerde el dedo de una de las chicas antes de volver corriendo a casa. Su padre soltero, Frank, la obliga rápidamente a trasladarse con él a Maryland. Poco después de que Maren cumpla dieciocho años, Frank la abandona a su suerte y le deja una pequeña suma de dinero, su partida de nacimiento y una cinta grabada.

En la cinta, Frank cuenta la historia del primer episodio caníbal de Maren, cuando mató y se comió parcialmente a su niñera a los tres años. También recuerda otro episodio en el que Maren mató y se comió parcialmente a una compañera en un campamento escolar cuando tenía 8 años. Su padre habla de su temor a que Maren no pareciera tener remordimientos, y se demuestra que llevaba varios años planeando abandonarla cuando cumpliera 18 años. Maren no recuerda a su madre, Janelle, que la abandonó cuando era un bebé.

Maren decide encontrar a su madre utilizando los datos de su partida de nacimiento. Toma un autobús a Columbus, Ohio, donde se encuentra con Sully, un excéntrico anciano que le dice que él también es un "devorador" y que la encontró por el olor. Le dice a Maren que, a medida que envejezca, su necesidad de devorar carne humana será cada vez más necesaria para mantenerse con vida. Maren sigue a Sully hasta la casa de una anciana que agoniza en un dormitorio del piso superior. Por la mañana se despierta y ve a Sully devorando a la mujer, y se une a él para saciar su hambre. Sully está decidido a acoger a Maren bajo su protección, pero ella huye.

Mientras roba provisiones en un supermercado de Indiana, Maren conoce a Lee, un joven que también come, y ambos deciden viajar juntos, aceptando Lee ayudar a Maren a encontrar a su madre. Mientras cruzan el país en un camión que Lee ha robado a una de sus víctimas, Maren y Lee se enamoran y comienzan una relación romántica.

Los dos se quedan brevemente en la ciudad natal de Lee en Kentucky. Kayla, la hermana pequeña de Lee, que desconoce la verdadera naturaleza de Lee, le reprende por sus constantes salidas y regresos sin avisar.

En un pozo de natación, se encuentran con lo que parece ser un par de compañeros comedores, Jake y Brad, hasta que Brad admite que no comparte los antojos de los demás, sino que elige voluntariamente dedicarse al canibalismo, lo que subleva a Maren. Jake también habla de la intensidad de consumir un cuerpo "hasta los huesos" en lugar de simplemente alimentarse de su carne, aunque Lee y Maren se muestran inicialmente escépticos de que tal acto sea siquiera posible. Esperan a que los dos hombres se duerman antes de marcharse.

Después de que Maren exprese su hambre durante una visita a una feria, Lee busca a un trabajador de una caseta. Lo atrae a un maizal, donde Lee lo masturba antes de degollarlo. Una vez que ella y Lee se han dado un festín con el cadáver, Maren se siente profundamente conflictuada al descubrir que el hombre estaba casado y tenía familia.

Por sugerencia de Maren, los dos se embarcan en un viaje por carretera a Minnesota, con la esperanza de encontrar a Janelle. Utilizando una guía telefónica, Maren visita la casa de su abuela, Barbara, que no sabía de la existencia de su nieta. Al principio, Barbara le dice a Maren que Janelle está muerta, pero se retracta cuando Maren le pregunta si Janelle hizo daño a alguien cuando era niña. Barbara confiesa que adoptó a Janelle al nacer y que Janelle ingresó voluntariamente en un hospital psiquiátrico de Fergus Falls años antes.

Maren y Lee viajan al hospital psiquiátrico. Maren se reúne con Janelle y se sorprende al ver que Janelle ha canibalizado sus propias manos. Maren lee una carta que Janelle escribió poco después de su ingreso en el hospital, y que concluye con la creencia de Janelle de que Maren estaría mejor muerta que viviendo como una devoradora. Janelle ataca e intenta comerse a Maren, pero es retenida por una enfermera. Disgustada por lo que ha llegado a ser su vida, Maren abandona a su madre y a Lee antes de encontrarse de nuevo con Sully, que descubre que la ha estado acosando. Ella le reprende de nuevo, tras lo cual él se marcha enfadado.

Maren regresa a Kentucky en busca de Lee. Allí se encuentra con Kayla, que le revela que su padre, alcohólico y maltratador, atacó a los dos niños cuatro años antes y desapareció cuando Kayla corrió a avisar a la policía. Tras reunirse con Lee, la pareja decide viajar hacia el oeste, viviendo de la carretera. Mientras acampan en Nebraska, Lee le cuenta a Maren cómo se vio obligado a herir a su padre en defensa propia, ya que su padre también era un devorador e intentó morder a Lee. Lee rompe a llorar al confesar que se alimentó del cuerpo moribundo de su padre y disfrutó del subidón que le produjo, temiendo la reacción de Maren, pero ella le declara su amor. Deciden reprimir sus impulsos caníbales e intentar llevar una vida normal juntos el mayor tiempo posible.

Al cabo de un par de meses, aparecen viviendo felizmente en Ann Arbor, Michigan, donde Maren ha aceptado un trabajo en una librería local. Un día, al volver a casa, Sully irrumpe en su apartamento y se burla de ella con un cuchillo. Cuando Lee regresa, la pareja consigue matar a Sully, pero Lee resulta herido de muerte en el forcejeo. Mientras busca en la mochila de Sully algo con lo que curar las heridas, Maren encuentra mechones de pelo de Kayla -recuerdos que guarda de cada persona a la que se ha comido- que revelan que Kayla ha sido víctima de Sully. Maren insiste en que busquen atención médica, pero Lee expresa su deseo de que Maren se lo coma mientras muere, "con huesos y todo", a lo que ella accede.