Neil McCauley es un ladrón profesional con base en Los Ángeles. Él y su equipo - su mano derecha Chris Shiherlis, el ejecutor Michael Cheritto, el conductor Gilbert Trejo y el recién contratado Waingro - roban 1.6 millones de dólares en bonos al portador de un carro blindado. Durante el robo, Waingro mata a un guardia sin provocación. McCauley mata a un segundo guardia que intenta sacar su arma oculta, y Cheritto mata al tercer guardia para no dejar testigos. Más tarde, McCauley se prepara para matar a Waingro por causar la muerte de los tres guardias, pero este escapa.

El teniente de la policía de Los Ángeles, Vincent Hanna, y su equipo investigan el robo. Hanna, un policía dedicado y exmarine, tiene una relación tensa con su tercera esposa Justine y lucha por conectar con su hijastra, Lauren. McCauley sigue un código: "no permitas que nada en tu vida sea algo de lo que no puedas desprenderte en 30 segundos si ves que la policía está cerca". Mientras está en un restaurante, McCauley conoce a Eady, una joven diseñadora gráfica con la que comienza una relación.

El intermediario de McCauley, Nate, sugiere que venda los bonos robados de vuelta a su propietario original, el lavador de dinero Roger Van Zant. Van Zant finge estar de acuerdo pero en cambio organiza una emboscada. Anticipando una trampa, McCauley y su equipo contraatacan, matan a los sicarios y juran matar a Van Zant. Waingro asesina a una prostituta; el equipo de Hanna investiga, descubriendo evidencia que lo vincula con el asesinato de otras prostitutas, víctimas de un asesino en serie. Un informante de la policía de Los Ángeles conecta a Cheritto con el robo, y el equipo de Hanna comienza a vigilarlo, llevando al resto del equipo y su próximo objetivo, un depósito de metales preciosos. El equipo de Hanna vigila el depósito, pero cuando un oficial descuidado hace un ruido, McCauley hace que su equipo abandone el trabajo.

El equipo de McCauley acuerda un último robo de banco por valor de 12.2 millones de dólares. Hanna rastrea a McCauley y lo detiene en la autopista 105, invitándolo a tomar un café. Discuten su dedicación a sus respectivos trabajos y las limitaciones de sus vidas personales; Hanna describe su matrimonio fallido y McCauley confiesa que él también está aislado. Aunque admiten su respeto mutuo, ambos reconocen que matarán al otro si es necesario. Waingro hace un trato con Van Zant para ayudar a eliminar al equipo de McCauley. Trejo abandona el robo del banco en el último momento, alegando que la policía de Los Ángeles lo sigue demasiado de cerca. McCauley recluta a un antiguo colega, Don Breedan, para que tome el lugar de Trejo como conductor de la fuga, y el equipo lleva a cabo el atraco.

Actuando sobre un aviso del guardaespaldas de Van Zant, la policía de Los Ángeles intercepta al equipo cuando salen del banco, resultando en un tiroteo masivo durante el cual Breedan y varios oficiales son asesinados. McCauley logra escapar con un Shiherlis herido. Cheritto intenta huir, pero es abatido a tiros por Hanna. Después de dejar a Shiherlis con Nate, McCauley llega a la casa de Trejo para encontrarlo mortalmente herido y a su esposa asesinada. Trejo revela la implicación de Waingro y Van Zant antes de pedirle a McCauley que lo mate. McCauley irrumpe en la mansión de Van Zant y lo mata a tiros. Al enterarse de la conexión de McCauley con Waingro y descubrir que Waingro se esconde en un hotel, la unidad de Hanna decide usarlo como cebo para atraer a McCauley. Mientras McCauley se prepara para huir del país, Eady descubre su identidad criminal, pero acepta irse con él. Antes de escapar, Shiherlis intenta reconciliarse con su esposa Charlene, a quien la policía de Los Ángeles ha obligado a entregar a su esposo. Él la encuentra en su hotel, ella lo aleja con un gesto de la mano, y él escapa.

Habiéndose separado de Justine, Hanna descubre que Lauren ha intentado suicidarse en su propia habitación de hotel y la lleva de urgencia al hospital; se reconcilia con Justine después de enterarse de que Lauren ha sobrevivido. McCauley conduce al aeropuerto con Eady, pero se entera de la ubicación de Waingro y abandona su cautela habitual para buscar venganza. McCauley se infiltra en el hotel, activa la alarma de incendios, irrumpe en la habitación de Waingro y lo mata. Cuando McCauley regresa con Eady, es visto por Hanna. McCauley abandona a Eady, huyendo hacia la pista del Aeropuerto Internacional de Los Ángeles, perseguido por Hanna. Los dos se acechan mutuamente, y Hanna le dispara a McCauley en el pecho. Hanna toma la mano de McCauley mientras este muere por sus heridas.