Final de Historias de Navidad
(1983)Final de Historias de Navidad (1983)
"Paz, Armonía, Consuelo y Alegría ... Quizás el próximo año"
Título original: A Christmas Story
Sinopsis
En los años cuarenta, un niño quiere como regalo de navidad un rifle de aire comprimido. Claro está, los padres piensan que no es una buena idea. Comedia familiar extraordinariamente popular en Estados Unidos que se basa en las historias del humorista Jean Shepherd. Calificada como divertida y conmovedora a partes iguales, una tierna historia con mensaje que encandila tanto a los adultos como a los más jóvenes.
Bob Clark
Director
Paul Zaza
Compositor
Reginald H. Morris
Fotógrafo
Bob Clark
Productor
Reparto principal
Melinda Dillon
Darren McGavin
Peter Billingsley
Jean Shepherd
Ian Petrella
Scott Schwartz
Como acaba Historias de Navidad
Ambientada en diciembre de 1940, la película se presenta en una serie de viñetas, narradas por el Ralphie Parker adulto, que recuerda una Navidad en particular, cuando tenía nueve años, en el pueblo ficticio de Hohman, Indiana. Ralphie sólo quería una cosa esa Navidad: un rifle de aire comprimido Red Ryder Carbine Action Range Model de 200 disparos. El deseo de Ralphie es rechazado por su madre, su profesora, la señorita Shields, e incluso un Papá Noel de los grandes almacenes Higbee's, todos le hacen la misma advertencia: "Te vas a sacar un ojo".
La mañana de Navidad, Ralphie recibe algunos regalos que le gustan, pero se decepciona al no encontrar el rifle entre ellos. Cuando parece que todos los regalos han sido abiertos, el padre de Ralphie ("El Viejo") le indica una última caja escondida en un rincón, que resulta contener el rifle. Ralphie se apresura a probarlo y fija una diana en un cartel metálico del patio trasero; cuando dispara, la bala rebota y le golpea en la cara. Al principio cree que se ha sacado un ojo, pero se da cuenta de que la bala sólo le ha arrancado las gafas y empieza a buscarlas en la nieve, pero las pisa por accidente y se las rompe. Le miente a su madre diciéndole que un carámbano le golpeó en la cara y le rompió las gafas, y ella le cree y le lleva al baño para que se asee.
Esa noche, Ralphie se va a dormir con la pistola a su lado mientras su yo adulto reflexiona que fue el mejor regalo de Navidad que había recibido o recibiría jamás.