Gail (Annelise Cepero) es una aspirante a músico que lleva un año viviendo en su furgoneta, viajando a pequeños conciertos y noches de micrófono abierto. Está encantada de ganar un concurso al que la convenció su amiga para actuar en el especial de Nochebuena de iHeart Radio y comienza su viaje a Los Ángeles. Sin embargo, cuando su furgoneta se estropea en Oklahoma, se ve obligada a reconsiderar lo que quiere en la vida con la ayuda del mecánico local Van (Brooke Shields) y su hijo Jeremy (Jeremy Sumpter).

Se trata de una película navideña de bajo presupuesto bastante normal, con un romance de pueblo y alguien que se debate entre un modo de vida más lento y la persecución de sus sueños. Una actuación inferior y un guión poco original impiden que sea algo especial para el género.

Trama de Holiday Harmony

¿Volverá Gail a la pequeña ciudad de Oklahoma?

Después de una complicada ruptura con Jeremy y de asegurarse de que su clase de música de niños está lista para su gran espectáculo, Gail decide recorrer el resto del país para llegar a la actuación de iHeart Radio en Nochebuena, que podría ser su gran oportunidad. Sin embargo, cuando llega allí, las cosas no son como ella esperaba. Una discográfica acepta contratarla, pero quiere cambiarle todo: su imagen, su pelo, su música e incluso su nombre.

Está en conflicto y no está segura de cómo proceder, ya que desea el éxito que ha perseguido durante años, pero no si eso significa renunciar a ser ella misma. Sale del ensayo de repente y llama a Van desde el baño para preguntarle qué hacer. Cuando sale, se encuentra con uno de los presentadores de iHeart Radio que la anima a no dejar que una etiqueta la cambie. Le ofrece los servicios de su agente de viajes para que Gail vuelva a Oklahoma a tiempo de ver la actuación de su clase en el concurso de Navidad.

Se da cuenta de que su sueño es hacer música, pero no necesariamente de la mano de una gran discográfica. Le encanta dar su clase de música a los niños y se da cuenta de que puede encontrar la plenitud de una manera que no le pide que cambie lo que es.

Gail vuelve para deleite de su clase de niños, uno de los cuales tiene mucho miedo al escenario. Pero la actuación se desarrolla de forma excelente y Gail interpreta la canción original que escribió y que debía ser su entrada en el concurso de iHeart Radio. La amable presentadora de iHeart Radio, Amy, ha trabajado con Van y transmiten en directo la actuación de Gail a través de un iPhone al programa. Por supuesto, Gail y Jeremy se reencuentran y parecen dispuestos a iniciar una relación juntos.

El final es más o menos lo que se espera de una película como ésta. Resulta un poco molesto ver cómo se glorifican continuamente las ciudades pequeñas y ciertos trabajos por encima de las oportunidades que se persiguen, sobre todo porque sabemos que los profesores de música de las escuelas primarias tienen sueldos pequeños y poca seguridad laboral. Sin embargo, es ciertamente un final feliz que fomenta la alegría navideña.