Una joven llamada So-won vive una vida idílica con sus padres Dong-hoon y Mi-hee, de clase trabajadora. Un día, de camino al colegio, So-won es secuestrada, golpeada y violada por un desconocido antes de ser dada por muerta. Afortunadamente, sobrevive y puede llamar a una ambulancia.

La policía notifica el ataque a Dong-hoon y Mi-hee, que acuden a urgencias. Al llegar al hospital, quedan horrorizados por la gravedad de las heridas de So-won. So-won sufre múltiples heridas internas y tiene que someterse a importantes operaciones. Un cirujano informa a Dong-hoon de que So-won tendrá que llevar una bolsa de colostomía el resto de su vida. Además, una vez que So-won recupera la consciencia, es capaz de identificar a su agresor con la ayuda de Jung-sook, una psiquiatra.

El apoyo de la familia y la comunidad

El agresor de So-won es detenido en su casa, y el caso se convierte en una sensación mediática para horror de su familia y amigos. Cuando los periodistas acuden al hospital, Dong-hoon se lleva a So-won a otra habitación y la esconde de la atención mediática. So-won muestra síntomas de estrés postraumático y confunde brevemente a su padre con su agresor, gritándole mientras intenta arreglarle la bolsa de la colostomía. A Dong-hoon le rompe el corazón este episodio, y se siente aún más dolido cuando So-won se niega a mirarle o a hablar con él. Mi-hee se desmaya y es hospitalizada también mientras intenta controlar la situación; más tarde se revela que está embarazada.

Al principio, Mi-hee rechaza la ayuda psicológica para su hija, ya que desea que So-won reanude su vida normal. Sin embargo, cede tras comprender el estado mental de su hija y solicita la ayuda de Jung-sook. Dong-hoon lucha por pagar los gastos médicos y llama a su amigo y representante, Gwang-sik, con la intención de dejar su trabajo para ayudar a cuidar de su familia. Gwang-sik es consciente de la situación de Dong-hoon y le convence para que mantenga su trabajo, proporcionándole además dinero para pagar las facturas médicas de So-won.

Mi-hee y sus amigas alquilan disfraces de mascotas para jugar con So-won y ayudarla a animarse; esto le da a Dong-hoon la idea de esconderse bajo el disfraz del personaje de dibujos animados favorito de su hija, Cocomong, para poder comunicarse con ella. So-won no es consciente de quién hay debajo del disfraz, pero se abre a "Cocomong" y le permite que la abrace. Poco a poco, el estado físico de So-won mejora y puede volver a casa. Durante el viaje en coche, So-won vomita al pasar por el lugar donde fue atacada. Ella y sus padres se sienten reconfortados al ver que la comunidad local ha decorado su casa con notas de ánimo. Mi-hee se emociona al ver que su casa también ha sido limpiada durante su ausencia.