En medio de un bosque, una conocida organización criminal de cinco miembros vive junta en una granja abandonada. Un día, tras un plan que no salió como esperaban, se quedan con un niño al que habían secuestrado en un plan de chantaje. 14 años después, este niño, que ahora se llama Hwa-yi, vive como hijo de sus cinco padres criminales: Seok-tae, el frío pero carismático líder, Ki-tae, un tartamudo experto en conducción, Jin-seong, un planificador ideal, Beom-soo, un experto en armas, y Dong-beom un frío artista marcial. Hwa-yi se ha criado de una forma única, aprendiendo habilidades de sus cinco padres en lugar de ir a la escuela. Aunque se ha adaptado a esta vida, a veces anhela la vida ordinaria de los demás chicos, que le parece imposible.

La banda planea otro crimen, en el que Hwa-yi participará por primera vez. Durante una pelea, Hwa-yi dispara un arma para matar a alguien. Al principio, sus dedos tiemblan y el arma se agita, pero después de un disparo, sigue apretando el gatillo como poseído. Encuentra la foto de un niño en el hombre al que disparó y pronto Hwa-yi empieza a descubrir un enorme secreto y su trágico destino. Su vida da un vuelco cuando se entera de que el hombre al que mató era su verdadero padre. A partir de ese momento, Hwa-yi jura vengarse de sus padres gángsters, utilizando las retorcidas habilidades que adquirió en su vida criminal.

Hwa-yi empieza matando a uno de sus cinco padres. Los demás van tras él, pero lo pierden. Hwa-yi los convoca a todos en la fábrica de cemento de Sungji. También escribe una carta a la banda rival y ésta se presenta una hora antes. Ambos grupos se enzarzan en una disputa. Hwa-yi se coloca en un punto elevado y acribilla a los hombres. Pronto, todos están muertos excepto Seok-tae y Hwa-yi. Seok-tae se dirige al hospital donde está ingresada la madre de Hwa-yi, Hwa-yi le sigue.

A la madre de Hwa-yi en el hospital, Seok-tae le revela la historia desde el orfanato hasta el secuestro y la crianza de su hijo. Después de esto, la mata y vuelve a casa. Hwa-yi llega demasiado tarde al hospital y vuelve a casa para enfrentarse a Seok-tae. El detective que ha estado persiguiendo a la famosa banda también está allí. Los tres tienen un enfrentamiento. Seok-tae mata al detective y Hwa-yi mata a Seok-tae. Éste muere con una sonrisa porque su "hijo" es ahora el monstruo en el que siempre quiso que se convirtiera. La película termina con Hwayi disparando al jefe de la banda rival y desapareciendo entre la multitud.