Los alumnos vuelven después del verano para un nuevo trimestre de Michaelmas en una escuela pública británica tradicional para chicos a finales de los años sesenta. Mick Travis llega ocultando su bigote, que se afeita rápidamente. Él, Wallace y Knightly son tres chicos inconformistas que cursan su penúltimo año en el sexto curso inferior. Son vigilados y perseguidos por los "Látigos", alumnos de los cursos superiores que tienen autoridad como prefectos sobre los demás chicos. Los jóvenes son obligados a actuar como sirvientes personales de los "Látigos", que los tratan como objetos sexuales.

El director está alejado de los chicos y de los encargados de las casas. El director de la casa de los protagonistas, el Sr. Kemp, es fácilmente manipulado por los Látigos para que les dé rienda suelta a la hora de imponer disciplina. Algunos directores se comportan de forma extraña.

Mick y Johnny se escabullen del recinto escolar y roban una moto de una exposición. Se dirigen a un café atendido por una chica sin nombre, con la que Mick fantasea luchando desnudo. Mientras tanto, Wallace pasa tiempo con un chico más joven, Bobby Philips, y más tarde comparte su cama.

Los tres chicos beben vodka en su estudio y consideran cómo un hombre tiene el potencial de "cambiar el mundo con una bala en el lugar adecuado". Sus enfrentamientos con las autoridades escolares se vuelven cada vez más polémicos. Finalmente, una brutal paliza por parte de los fustigadores les empuja a la acción.

Durante un ejercicio militar de las Fuerzas Combinadas de Cadetes, Mick adquiere munición real, que él, Wallace y Knightly utilizan para abrir fuego contra un grupo de chicos y maestros, entre ellos Kemp y el capellán del colegio. Cuando éste ordena a los chicos que suelten las armas, Mick le agrede y le somete.

Como castigo por sus acciones, el director ordena al trío que limpie un gran almacén situado bajo el vestíbulo principal de la escuela. Descubren un alijo de armas de fuego, incluidas armas automáticas y morteros. Acompañados por Philips y la chica de la cafetería, se comprometen a rebelarse contra el establecimiento.

El Día de los Fundadores, cuando los padres visitan la escuela, el grupo provoca un incendio bajo el vestíbulo, expulsando a todo el mundo del edificio. A continuación, abren fuego contra ellos desde la azotea. Dirigidos por un general que estaba dando un discurso, el personal, los alumnos y los padres abren la armería de la Fuerza Combinada de Cadetes y comienzan a disparar. El director intenta detener la pelea, implorando al grupo que atienda a razones. La chica le dispara entre los ojos. La batalla continúa y la cámara se acerca a la cara de Mick, que sigue disparando.