"Indiana Jones y el Dial del Destino" puede que no sea lo que describirías como una "gran película". Sin embargo, es una "gran diversión en el cine", lo cual es una distinción importante. Saber que probablemente sea la última vez que Harrison Ford empuñe el látigo —hasta que lo incorporen por CGI en la próxima, al menos— dota a la película de una tristeza sorprendente y te engancha desde el principio. Es muy divertida: quizás no recuerda exactamente los días dorados de Spielberg, pero sabes exactamente lo que te espera con una película de Indy en su etapa final. Tienes tus persecuciones de coches en lugares exóticos, tienes tus tumbas espeluznantes, tienes el mal humor de Ford. También tiene una secuencia final deliciosamente disparatada, si no otra cosa audaz, que supera a Crystal Skull en la escala de locura.

El giro de la trama de "Indiana Jones y el Dial del Destino"

La mayor parte de la película trata sobre la última vez de Indy en el ruedo, impulsada por la llegada de Helena, la hija adulta de Shaw (Phoebe Waller-Bridge). Ella quiere seguir los pasos de su padre (Basil Shaw de Toby Jones) y encontrar la mitad faltante del dial titular de Arquímedes: Indy y Basil robaron la otra parte, en forma desgastada por el tiempo, del loco nazi al estilo de "Raiders of the Lost Ark" de Mads Mikkelsen, Voller, en el prólogo de la película. Desde entonces, Basil se ha vuelto loco y ha muerto, reflejando el tema de la obsesión maníaca que fue central en "The Last Crusade", uno de los muchos recuerdos textuales; Basil había teorizado que el dial era un antiguo dispositivo de viaje en el tiempo.

Después de una aventura global con un Voller que regresa en sus talones, finalmente completan el dial en la tumba de Arquímedes, cuyo esqueleto lleva un reloj de pulsera, ¡oh! Pero, por supuesto, Voller logra robar el dial ahora completo y pone en marcha su malvado plan: va a [revisa notas] volar en el tiempo a través de un portal en el cielo hasta antes de la Segunda Guerra Mundial para [entrecierra los ojos] matar a Hitler para prevenir la [entrecierra los ojos mucho, mucho más] caída del Nacional Socialismo. Eso, por desgracia, no es a donde terminan (si hubiera visto "The Last Crusade", sabría que estas cosas tienden a terminar mal para los malos).

El encuentro con Arquímedes

El avión emerge no triunfalmente sobre las calles de Berlín sino... los mares de Sicilia durante el Asedio de Siracusa, que es donde murió Arquímedes. En este punto ya estás riéndote a carcajadas o mirando la botella imaginaria en tu mano como un borracho de película, el avión (o másbien, "dragón") zumbando por el aire, siendo disparado por ganchos romanos y enormes flechas. Explota (RIP Mads), pero no antes de que Indy y Fleabag/Helena se lancen en paracaídas a salvo en el último momento.

El regreso al presente

El compañero de travesuras infantiles de Helena, Teddy (Ke Huy Quan para la era de TikTok, interpretado por Ethan Isidore), logró robar un avión de acrobacias y seguirlos, afortunadamente, así que él es su salida. Un Indy aparentemente mortalmente herido, por desgracia, quiere quedarse y empaparse del paisaje histórico. Luego viene la sorpresa: ¡Arquímedes mismo llega a la escena, con una gran barba y todo! Así que Indy llega a conocer en carne y hueso a una de sus reliquias de los libros de texto, balbuceándole en estado de shock. Es un tipo bastante normal, aparte de la magia matemática, corriendo por una zona de batalla activa en una túnica y sandalias como un fugitivo de una residencia de ancianos. Es extrañamente conmovedor, pero sobre todo absurdamente divertido.

El final de "Indiana Jones y el Dial del Destino"

Para su profundo disgusto, Indy no se queda: Helena le da un puñetazo y lo arrastra de vuelta al presente, de lo cual se queja, pero se calma después de reunirse con su antigua novia Marion (Karen Allen), recordándole que algunas cosas valen la pena vivir. Tienen un dulce baile en la cocina, y fin. Es una bonita forma de terminar, con el último plano centrado en el icónico sombrero de Indy, señalizando un último adiós. Pero el clímax anterior? Bueno, si Shia LaBeouf balanceándose por la jungla con monos en Crystal Skull era demasiado tonto para ti, esto te hará reírte hasta la tumba.