"Irati" es una película que sumerge al espectador en un viaje épico a través del tiempo, combinando elementos de mitología, historia y drama en un lienzo narrativo que despliega la complejidad de la lucha entre la fe antigua y el cristianismo, en el contexto de la invasión franca del siglo VIII.

La trama se centra en Eneko, el hijo del señor Ximeno, quien se aventura en una profunda cueva buscando la ayuda de la Dama Mari para salvar a su gente de los francos invasores. Con un carnero como tributo, Eneko ofrece su propia sangre a cambio de la protección de Mari, sellando así un pacto de sangre por sangre. Este acto desencadena una serie de eventos sobrenaturales que culminan en la aniquilación del ejército franco por una lluvia de rocas.

El relato avanza a través de la vida de Eneko, desde su infancia marcada por la promesa a su padre de proteger el valle, hasta su regreso años después, educado en la fe cristiana. Al volver, Eneko se enfrenta a los desafíos de un valle dividido entre las creencias paganas de sus ancestros y las presiones del cristianismo. Su encuentro con Irati, una joven lamia, y su conexión con la naturaleza y los antiguos dioses del valle, lo llevan a cuestionar su propia fe y el legado de su familia.

La película culmina en una confrontación dramática entre Eneko e Irati contra Belasko y sus hombres, quienes desean profanar el bosque sagrado y borrar las antiguas creencias. A través de una serie de pruebas, luchas y revelaciones, Eneko e Irati logran proteger el legado de Mari y la esencia del valle, aunque a un costo personal significativo.

"Irati" no solo es una historia de amor y guerra, sino también un profundo comentario sobre la pérdida de la inocencia, la importancia de la memoria y la lucha eterna entre el progreso y la preservación. A través de sus personajes complejos y un mundo ricamente tejido de mitología y realidad, la película invita a la reflexión sobre el verdadero significado de la fe, la familia y el honor.

El final de la película deja al espectador con un sentido de melancolía y esperanza. Mientras Eneko es coronado señor del valle, la desaparición de Irati en el agua simboliza la pérdida inevitable de las antiguas creencias ante el avance del cristianismo. Sin embargo, la promesa de Eneko de recordar a Irati y la designación del bosque en su nombre sugieren que, aunque las creencias pueden cambiar, la esencia de lo que se ha amado y perdido perdura a través del tiempo.

"Irati" es, en última instancia, un homenaje al poder de las historias para conectar el pasado con el presente y el futuro, un recordatorio de que, aunque las formas de nuestra fe y cultura puedan evolucionar, las raíces de nuestra identidad y conexión con la tierra y sus historias permanecen inmutables.