Toda la película transcurre en la habitación de un motel de Lansing, Michigan. Vince, un traficante de drogas y bombero voluntario que vive en Oakland, California, alquila la habitación en su ciudad natal para apoyar la entrada de su antiguo amigo del instituto en el Festival de Cine de Lansing.

Su amigo, el director de documentales Jon Salter, se reúne con Vince en su habitación de motel y ambos rememoran sus años de instituto. Al principio, los dos se alegran de verse, pero pronto surgen roces. Finalmente, empiezan a hablar de Amy, la antigua novia de Vince. Parece que, aunque salieron durante algún tiempo, Vince y Amy nunca tuvieron relaciones sexuales. Sin embargo, después o en el momento en que su relación había terminado, Amy se acostó con Jon.

Vince afirma que Amy le había contado que Jon la había violado. Vince se obsesiona y finalmente consigue una confesión verbal de Jon. Inmediatamente después de la confesión de Jon, Vince saca una grabadora oculta que había estado grabando toda su conversación, para horror de Jon. Vince le dice a Jon que ha invitado a Amy a cenar y que llegará pronto.

Finalmente, Amy llega y, aunque los tres se sienten incómodos, empiezan a hablar. Amy explica que ahora es ayudante del fiscal en el Departamento de Justicia de Lansing. Finalmente, los tres discuten lo que realmente sucedió entre Jon y Amy aquella noche en la fiesta, 10 años en el pasado.

Jon le pide perdón a Amy por haberla violado, pero Amy afirma que el encuentro fue consentido, lo que lleva a Jon a creer que ella lo niega o que está jugando con él. Después de que Jon se molesta porque Amy se niega a aceptar sus disculpas, Amy llama a la policía. Pide un coche patrulla para recoger a una persona en posesión de drogas (Vince) y a otra por "mala conducta sexual" (Jon). Tras concluir su llamada, Amy advierte a los hombres de que sólo disponen de unos cuatro minutos para salir corriendo.

Para demostrar a Amy que está realmente arrepentido, Jon decide quedarse y esperar a la policía. Vince, al darse cuenta de que no tiene adónde huir, tira sus narcóticos por el retrete y destruye la cinta que contiene la confesión de Jon. Poco después, Amy revela que en realidad no llamó a la policía y se marcha.