El testimonio de Callahan

El testimonio del inspector Harry Callahan contra el señor del crimen Lou Janero pone al mafioso en prisión. Callahan se vuelve famoso y es el objetivo de los hombres de Janero, así como de los medios de comunicación, ambos desagradables para él. Después de que Callahan mata a cuatro sicarios durante una emboscada, el SFPD asigna a Al Quan como su compañero; Callahan le aconseja que consiga un chaleco antibalas, ya que sus compañeros suelen ser asesinados. Ambos investigan la sobredosis fatal de heroína del cantante de rock Johnny Squares, encontrado en su tráiler durante la filmación de un video musical dirigido por Peter Swan en el Puerto de San Francisco. La muerte de Squares no fue una sobredosis típica, sino un asesinato.

Dean Madison, el productor ejecutivo de Swan, es asesinado durante un robo en un restaurante de Chinatown. Callahan mata a tres de los ladrones y Quan captura al cuarto. Descubren una lista en el bolsillo de Madison con los nombres de Callahan y Squares. Se revela que Madison y Swan participan en un juego llamado "piscina de la muerte", en el que los participantes predicen muertes de celebridades en el área de la Bahía: ya sea por accidente, violencia o causas naturales. La crítica de cine Molly Fisher, también en la lista de Swan, es asesinada pronto por un intruso que dice ser Swan, causando pánico entre las celebridades sobrevivientes y convirtiendo a Swan en un sospechoso.

El juego de la muerte

Después de que Callahan destruye la cámara de una estación de televisión, debe cooperar con la reportera Samantha Walker para evitar una demanda; si acepta un perfil de su controvertida carrera, se retirará la demanda. Callahan ve esto como un truco para explotar el peligro en el que se encuentra por su valor en términos de audiencia. Sin embargo, después de sobrevivir a otro ataque de los hombres de Janero, el incidente y su propia renuencia a ser el tema de la cobertura de noticias hacen que Walker reconsidere los peligros que enfrentan los oficiales de policía en contraposición con el derecho del público a saber. Mientras tanto, en la Prisión Estatal de San Quentin, Callahan usa al asesino triple Butcher Hicks para amenazar al encarcelado Janero si algo le sucede. Janero termina los ataques y asigna a dos hombres a Callahan como sus guardaespaldas personales, aunque Callahan inicialmente piensa que están tras él.

Un hombre llamado Gus Wheeler, que dice ser responsable de los asesinatos, se rocía con gasolina y amenaza con prenderse fuego frente a una gran multitud. Wheeler no es el asesino, sino un buscador de atención desesperado por aparecer en cámara. Walker frustra su plan al negarse a filmarlo; sin embargo, Wheeler accidentalmente se prende fuego, pero afortunadamente Callahan lo salva. Impresionado por su negativa a explotar a Wheeler, Callahan y Walker se acercan. Mientras tanto, Swan le cuenta a Callahan y Quan sobre Harlan Rook, un fanático desquiciado que sufre de "esquizofrenia de proceso" que cree que el director le robó sus ideas y trabajo; Swan tiene una orden de restricción contra él.

La confrontación final

Rook mata al presentador de televisión Nolan Kennard, otra persona en la lista de la piscina de la muerte, usando un coche de juguete controlado por radio lleno de explosivo C4 debajo del vehículo de la víctima. Callahan encuentra una rueda de coche de juguete en la escena del crimen y luego ve otro coche de juguete siguiéndolo a él y a Quan. Reconociendo la amenaza, huyen por la ciudad perseguidos por el coche de juguete y el propio Rook controlándolo desde su coche. Atrapados en un callejón sin salida, Rook envía el coche armado. Callahan logra retroceder el coche lo suficiente para que el motor reciba la mayor parte de la explosión. Ambos sobreviven, pero Quan tiene costillas rotas; Harry descubre más tarde que Quan llevaba un chaleco antibalas, por recomendación de su padre de seguir el consejo de Harry.

Rook, afirmando ser Swan, llama a Walker en la estación de televisión y la invita al estudio de cine de Swan para una entrevista. La policía descubre en el apartamento de Rook carteles rotos de las películas de Swan, grandes cantidades de explosivos y el nombre de Walker reemplazando al de Callahan en la lista de la piscina de la muerte. En el estudio, Callahan se enfrenta a Rook, quien tiene a Walker como rehén. El detective entrega su revólver .44 Magnum después de que Rook amenaza con cortarle la garganta. Callahan atrae a Rook a un muelle después de una persecución durante la cual Rook le dispara con su propia arma. Rook se queda sin munición y Callahan dispara a Rook con un cañón de arpón Svend Foyn, empalándolo. Callahan se va con Walker mientras llega la policía.