Final de Las ocho montañas

(2022)
Final de Las ocho montañas

Título original: Le otto montagne

21/12/2022 (ES)Drama147 min
Para mayores de 12 años

Sinopsis

Pietro es un chico de ciudad, Bruno es el último niño de una localidad de montaña olvidada. Con el paso de los años, Bruno se mantiene fiel a su montaña, mientras que Pietro viene y va. Sus experiencias le harán enfrentarse al amor y a la pérdida, recordándoles sus orígenes y abriendo paso al destino.

Felix van Groeningen

Director

Ruben Impens

Fotógrafo

Mario Gianani

Productor

Reparto principal

Luca Marinelli

Luca Marinelli

Alessandro Borghi

Alessandro Borghi

Lupo Barbiero

Lupo Barbiero

Cristiano Sassella

Cristiano Sassella

Elisabetta Mazzullo

Elisabetta Mazzullo

Andrea Palma

Andrea Palma

Como acaba Las ocho montañas

En el verano de 1984, Pietro, un niño de once años de Turín, y su madre Francesca alquilan una casa en el pueblo de Graines, en Val d'Ayas. Allí conocen a Bruno, el último niño que queda en el pueblo ahora despoblado, que vive con sus tíos. Pietro y Bruno se hacen amigos y pasan juntos el verano. Tiempo después, llega también el padre de Pietro, Giovanni, ingeniero en una gran empresa de Turín. Juntos realizan excursiones de alta montaña e incluso sobre un glaciar, en una salida interrumpida porque Pietro tiene síntomas de mal de montaña. Al final del verano, los padres de Pietro ofrecen a los tíos de Bruno la posibilidad de alojar a este último en Turín durante el invierno, para que pueda continuar sus estudios. Pietro está perplejo porque cree que Bruno no debe ser arrancado de su vida y su entorno. Sin embargo, la cuestión queda truncada cuando el padre de Bruno, que había emigrado al extranjero, regresa para llevarlo consigo a trabajar.

Cinco años más tarde, Pietro y Bruno, ya adolescentes, se encuentran en un bar, pero se ignoran. Aunque la familia de Pietro vuelve todos los veranos a Graines, el joven vive de mala gana el tiempo pasado en el pueblito montañoso ahora carente de atractivo. Mientras tanto, surgen conflictos cada vez más insalvables entre Pietro y su padre, primero con el rechazo definitivo a acompañarlo en las excursiones alpinas y luego con el corte completo de las relaciones entre ambos.

Quince años después, Pietro, que se las arregla con varios trabajos y finalmente trabaja en un restaurante de Turín, recibe de Francesca la noticia de la muerte de su padre. Después del funeral, Pietro se refugia en la antigua casa de montaña, donde es acogido por Bruno que lo lleva al legado del padre: las ruinas de una cabaña en alta montaña. Bruno se ofrece a ayudar a Pietro a restaurar el edificio, y ambos completan los trabajos durante el verano. Mientras tanto, Pietro descubre que su padre y Bruno habían seguido frecuentándose, compartiendo numerosas rutas alpinas de la zona: Bruno se había convertido en una especie de hijo adoptivo, que había llenado el vacío dejado por el hijo con el que no tenía más relación. El siguiente verano, Pietro lleva a la cabaña a algunos amigos de la ciudad, incluida Lara, con quien tiene una breve historia. Unos meses más tarde, Bruno, que ha tomado el pastizal abandonado por el tío para producir quesos según el método tradicional, llama a Pietro para decirle que Lara quiere quedarse a trabajar en el pastizal. Bruno y Lara comienzan una relación, de la cual nace una niña, Anita.

Insatisfecho con su vida precaria, Pietro decide dar un giro con un viaje a Nepal. De esta experiencia se inspira para publicar un libro, que le permite tener ingresos suficientes. Algún tiempo después, Pietro regresa a Graines: después de una cena con Francesca, Bruno y Lara, Pietro le cuenta a Bruno la concepción nepalí del mundo, según la cual hay ocho cadenas montañosas concéntricas separadas por ocho mares, con el Monte Meru en el centro, el más alto de todos. Pietro pregunta a Bruno quién es la persona que ha alcanzado el nivel más alto de conocimiento: si es la que ha visitado todas las ocho montañas y los ocho mares, o la que ha subido directamente al Monte Meru. Bruno se identifica con el segundo caso, mientras que Pietro se identifica con el primero. Pietro le cuenta a Bruno que en Nepal conoció a una maestra llamada Asmi y que probablemente no regresará a Graines el próximo verano. Antes de partir, Pietro visita a Bruno y Lara, quedándose a cenar, durante la cual surgen los graves problemas económicos de la pareja, fuertemente endeudada, así como los conflictos entre los dos cónyuges. Lara acusa a Bruno de ser obstinadamente terco. Pietro ofrece una contribución financiera para pagar las deudas de la pareja, pero Bruno se opone vehementemente.

Mientras está en Nepal, Pietro recibe una llamada de Bruno informándole que el pastizal ha sido embargado y que Lara ha vuelto a vivir con sus padres, llevándose a la niña consigo. No queriendo tener contacto con el resto del mundo, Bruno pide quedarse solo en la cabaña. Pietro le pregunta si quiere compañía y Bruno le responde que sí. Pietro llega así a la cabaña, donde encuentra a su amigo llevando una vida extremadamente aislada. Una noche, Bruno habla con nostalgia y emoción de su familia, lamentando la dificultad de cuidar a otras personas. Pietro lo reprende, instándolo a no comportarse como el padre de Bruno, que lo había abandonado durante años, pero Bruno reacciona airado, gritándole que se vaya de la cabaña. Al bajar al valle, Pietro se encuentra con Lara, quien le confiesa su sensación de cuánto poco ella y Anita significaron para Bruno en comparación con "su" montaña. Pietro cree que quiso explorar demasiado lejos y afirma que debería haberse quedado en Graynes. En un último intento de recuperar a su amigo a una vida normal, Pietro sube hacia la cabaña, ahora rodeada por una capa de nieve visiblemente peligrosa. Bruno dice querer quedarse en la cabaña y que no se preocupe por él, porque la montaña "nunca le ha hecho daño".

Tras una nevada particularmente intensa, un equipo de rescate alpino llega en helicóptero a la cabaña, completamente cubierta de nieve, y abre con una motosierra un hueco en el techo. Dentro, los rescatistas no encuentran a nadie. Pietro recibe una llamada de Lara, quien le informa que las búsquedas han sido interrumpidas: Bruno ha sido dado por muerto y habrá que esperar al deshielo para encontrar su cadáver. En primavera, una escena con flores y cuervos recuerda el concepto de sepultura celestial, del cual Pietro había hablado una vez en la cena, y que probablemente fue el destino de Bruno.[2] De vuelta en Nepal, en la escuela de Asmi, Pietro dice que la cabaña no tendrá futuro: en la vida hay montañas a las que no se puede volver. Lo que le queda es caminar de una de las ocho montañas a otra porque en la montaña central, la más alta, ha perdido un amigo.