Yasuko, medio huérfana, vive con su tío Shigematsu y su esposa Shigeko en Hiroshima. Está en medio de trasladar pertenencias familiares a la casa de un conocido en las cercanías cuando cae la bomba atómica. Regresa a la ciudad en barco y se encuentra con una lluvia negra, un residuo radiactivo resultante del bombardeo. Después de reunirse con su tío y tía, el trío se dirige a la fábrica donde trabaja su tío para escapar de los incendios que se propagan. Su ruta está marcada por ruinas, cadáveres dispersos y supervivientes gravemente quemados.

Las secuelas de la bomba

5 años después, Yasuko vive con su tío, tía y la madre de su tío en Fukuyama. Como ya ha alcanzado la edad en que tradicionalmente una mujer debería casarse, Shigematsu y Shigeko intentan encontrarle un esposo. Sin embargo, todas las familias de los posibles candidatos retiran su propuesta al enterarse de la presencia de Yasuko en Hiroshima el día del bombardeo, temiendo que pueda enfermarse o no ser capaz de dar a luz a hijos sanos. Yasuko finalmente acepta su situación y decide quedarse con la familia de su tío, incluso cuando su padre, que se ha vuelto a casar, le ofrece vivir en su casa.

Shigematsu ve a sus amigos, todos hibakusha que sufren de enfermedades por radiación, morir uno tras otro, mientras que también su salud, la de su esposa y la de su sobrina se deteriora lentamente. Yasuko comienza a sentirse cercana a Yuichi, un joven del vecindario que sufre un trauma de guerra. Cuando la madre de Yuichi pide la aprobación de Shigematsu para que su hijo se case con Yasuko, él se indigna al principio debido a la enfermedad mental de Yuichi, pero luego acepta. Poco después, Yasuko, que ya sufre de un tumor, comienza a perder su cabello y es enviada al hospital. Shigematsu observa la ambulancia que se va, esperando ver un arcoíris que indicaría que ella se recuperará.

Relatos gráficos de la tragedia

A lo largo de la película, se retratan en detalle gráfico las consecuencias del bombardeo de Hiroshima, con diarios y relatos de primera mano de las víctimas del bombardeo atómico de Hiroshima para arrojar luz sobre cuán terribles pueden ser las armas nucleares para los civiles inocentes. Uno de estos relatos refleja una escena en la que los cuerpos fueron envueltos por una luz deslumbrante seguida del inmenso sufrimiento de las masas. Hay otra historia sobre el padre de una mujer que estuvo en la explosión y sufrió muchos de los mismos efectos a largo plazo de la bomba.

El horror de la bomba atómica

Algunos de los relatos describen los horrores del entorno y las condiciones de los cuerpos después del bombardeo. Yoshiro Yamawaki y sus hermanos iban a verificar cómo estaba su padre que trabajaba en una fábrica. Tanto en el testimonio del testigo como en la película, se describe que la calidad del aire era horrible, con olor a carne podrida. Pasaron junto a muchos cuerpos deformes y algunos que tenían la "piel desprendiéndose como la de un melocotón demasiado maduro, exponiendo la grasa blanca debajo". Cuando el tío del personaje principal sale de la estación de tren, hay cuerpos de piel negra por todas partes y muchos otros tan desfigurados que sus propias familias no podían reconocerlos, lo que revela en detalle dramático los efectos negativos de las armas nucleares en una población.