Final de Lobos de Arga
(2011)Final de Lobos de Arga (2011)
Título original: Lobos de Arga
Sinopsis
En 1910, en Arga, un pequeño pueblo gallego, una maldición cae sobre la malvada marquesa de Mariño: al cumplir los diez años, su hijo se convierte en un hombre-lobo. Cien años después, Tomás (Gorka Otxoa), un escritor fracasado que es el último descendiente varón de los Mariño, regresa al pueblo convencido de que van a nombrarlo hijo adoptivo de Arga. En realidad, los vecinos piensan sacrificarlo en una oscura ceremonia para acabar con el reinado de terror del hombre-lobo que lleva un siglo sembrando el pánico en la comarca. De no llevarse a cabo la inmolación del último de los Mariño en la fecha exacta, una segunda maldición de consecuencias más terribles, caería sobre el pueblo.
Juan Martínez Moreno
Director
Tomás Cimadevilla
Productor
Reparto principal
Carlos Areces
Luis Zahera
Mabel Rivera
Gorka Otxoa
Secun de la Rosa
Manuel Manquiña
Como acaba Lobos de Arga
En 1910, en Arga, un pequeño pueblo de Galicia, la familia Mariño es maldecida por una gitana como castigo por los excesos de la marquesa de Mariño. Al cumplir diez años, su hijo se convierte en hombre lobo.
Cien años después, Tomás, novelista en ciernes y último descendiente de los Mariño, regresa al pueblo invitado por su alcalde para participar en una ceremonia y buscar inspiración en la casa de su infancia: una gran mansión abandonada. En su exploración del pueblo en los días siguientes, se reencuentra con su amigo de la infancia Calisto y con su tío Evaristo, este último elegido a la vez cura y alcalde del pueblo. A pesar de ser el invitado de honor, Tomás se siente preocupado por ser prácticamente un desconocido entre los lugareños. A ello se añade la repentina aparición de Mario, su turbio editor huido de la ley.
La noche de la ceremonia, Tomás y Mario son brutalmente secuestrados por los lugareños y llevados a un granero reforzado en las afueras del pueblo. Allí, tras las crípticas profecías de Evaristo, ambos son arrojados a un oscuro laberinto bajo el pueblo. En su búsqueda de una salida, despiertan sin querer al hombre lobo de la leyenda, que procede a darles caza. Mientras tanto, Calisto encuentra una salida secreta al laberinto y saca a Tomás y Mario, dejando atrás al hombre lobo.
El grupo se refugia en la casa de Calisto. Éste les explica que el pueblo ha querido acabar con una maldición centenaria alimentando a un descendiente de la familia Mariño, para que no surta efecto otra maldición mayor. Además, los aldeanos han bloqueado las vías de salida del pueblo y han inutilizado el coche de Tomás. Tomás intenta llamar a su abuela para pedir ayuda, pero la cobertura de su móvil es demasiado mala para que sus súplicas lleguen a buen puerto, y la llamada se corta al poco tiempo.
Bajo la sospecha del pueblo y a la luz de las horribles muertes ocurridas la noche anterior, Calisto es enviado al laberinto para matar al hombre lobo, ya que se supone que la maldición sigue vigente. En lugar de ello, encuentra a un niño, al que acoge en su casa. Con la esperanza de acabar con la maldición, Mario y él alimentan al niño con uno de los dedos de Tomás.
Al atardecer, el grupo sale a pie para escapar del pueblo, pero Evaristo y su banda los atrapan. A medida que el enfrentamiento se intensifica, el sol se pone y la segunda maldición surte efecto, transformando a todos los aldeanos en hombres lobo, excepto a Calisto, que, a pesar de ser de la zona, nació fuera del pueblo. La abuela de Tomás, Rosa (Mabel Rivera), llega en ese mismo momento, se lleva al grupo en su coche y escapa a la mansión familiar.
Mientras tanto, dos policías llegan al pueblo por un chivatazo de Rosa, recelosa tras la llamada anterior de Tomás. Mientras uno entra en pánico y huye hacia la muerte, el otro (Luis Zahera) escapa pegándose un tiro en la cabeza.
Tomás y el grupo se ven obligados a abandonar la mansión después de que los hombres lobo la invadan, pero son rescatados por el policía que, según se revela, fingió su suicidio dejando que la bala sólo le rozara el cuero cabelludo. Al retirarse a la iglesia del pueblo, se defienden de otro ataque de hombres lobo a costa de la muerte de Rosa, escapando por poco a los laberintos subterráneos antes de destruir la iglesia y a la mayoría de los hombres lobo con una pila de dinamita. A medida que se alejan del centro del pueblo, la edad del niño le alcanza y muere tras convertirse en un anciano ante los ojos de Tomás.
La explosión de la iglesia y la falta de respuesta por radio de Luis atraen la atención de la policía, y los equipos de rescate llegan al amanecer para encontrar la masa de hombres lobo muertos. Ante la sospecha de que Calisto y Mario puedan haber sido mordidos por los hombres lobo e infectados, Tomás los encadena a un mueble de su casa y monta guardia con una escopeta por si se vuelven. Pero, inesperadamente, Tomás se transforma y la película termina cuando se dispone a vengarse de los dos por los dedos que le faltan.