En la década de 1990, la agente del FBI Lee Harker recibe el encargo de un caso relacionado con un asesino en serie llamado «Pataslargas» que lleva décadas en activo. Su modus operandi consiste en hacer que los padres de cada familia victimizada lleven a cabo los asesinatos antes de suicidarse, y Lee sugiere a su jefe, el agente Carter, que Longlegs tiene un cómplice.

Lee ha olvidado que conoció a Longlegs de niña con su madre Ruth. Ella encuentra una instantánea entre sus viejas pertenencias, que identifica a Longlegs y se utiliza para ayudar a localizarlo y capturarlo. Pataslargas, cuyo verdadero nombre es Dale Ferdinand Cobble, sólo le dice a Lee que le pregunte a su madre por sus cómplices antes de romperle la cabeza repetidamente hasta que muere.

Ruth fue cómplice de Longlegs todo el tiempo, ya que prometió llevar a cabo sus actos para que él pudiera librarla a ella y a Lee. Longlegs creaba muñecas realistas parecidas a las hijas de las familias, incluida una de Lee, y en su interior había bolas de metal que hacían las veces de «cerebros» de las muñecas y que portaban la esencia de la magia satánica que influiría en los padres para cometer los asesinatos. Lee se da cuenta de que el próximo objetivo es Ruby, la hija de Carter, ya que es su cumpleaños. Lee corre a casa de Carter, pero Ruth ya ha llegado con una muñeca de Ruby, y toda la familia está en trance. Carter mata a su mujer, y Lee lo mata a él antes de disparar a Ruth en la cabeza. Se queda sin balas antes de poder destruir la muñeca, pero consigue sacar a Ruby sana y salva.