Mia es intérprete de ruso y su pareja, jefe de planta en un hospital. En París, una noche en un restaurante con su pareja, la comida se ve interrumpida por una "emergencia". De camino a casa, una tormenta sorprende a Mia en su moto. Se refugia al azar en un restaurante, L'Étoile d'or. Mia espera sola, tomando una copa. Unos instantes después, el destino cambia. Nada podía esperarse. El restaurante es atacado por terroristas, que ametrallan a la clientela y matan a todo lo que se mueve; Mia, bajo la mesa, permanece frente a la atrocidad.

Traumatizada, Mia pasa los tres meses siguientes en casa de su madre, en el campo. Desesperada por curarse y comprender lo sucedido, Mia, parcialmente amnésica, decide regresar a París. No recuerda casi nada de lo sucedido. Se une a una asociación de víctimas que se ayudan mutuamente, conoce a una adolescente que llora la muerte de sus padres, es insultada por una mujer que la acusa de haberse encerrado en los aseos sin dejar entrar a otras personas. También conoce a Thomas, que esa noche celebraba su cumpleaños con unos colegas. Está malherido en las piernas, pero conserva toda la memoria.

Poco a poco, Mia va recuperando trozos de memoria. Se da cuenta de que pasó mucho tiempo escondida con un empleado de cocina del restaurante que la cogió de la mano. Quiere encontrarlo, asegurarse de que ha sobrevivido, pero su búsqueda se complica por el hecho de que es un inmigrante indocumentado. Se aleja de su compañero Vincent, que no puede entender por lo que está pasando, para acercarse a Thomas. Descubre que no fue ella quien se encerró en el retrete, sino la mujer que la acusó de ello. Por fin encuentra a Assane, el cocinero que la había cogido de la mano mientras esperaban a la policía, y puede abrazarlo.