Después de todo lo de huir del Rancho, el FBI, la NSA, y todos los demás servicios secretos del gobierno, Roy, Lucas, y Sarah llevan a Alton donde tiene que estar. Se va al mundo paralelo, donde pertenece. Roy y Lucas son arrestados, mientras Sarah escapa. Al final, encontramos a Lucas en una sala de interrogatorios donde da una declaración sobre su implicación con Alton y donde podría estar ahora, lo que significa que no saben que Alton está en el mundo paralelo.

En otra escena, vemos a Sarah cortarse el pelo y teñirse el cabello. Mientras que muestra que está cambiando su apariencia para escapar del arresto, también muestra que finalmente ha cortado su conexión con el culto. A pesar de que había dejado el rancho hace mucho tiempo, su vida seguía atada a ellos. Era como si Elden se apegara al horario nocturno que había seguido en el Rancho. Después de ver el otro mundo y dejar ir a su hijo, se ha dado cuenta de que hay mucho más en el mundo que ni ella ni la secta, ni nadie más, entiende. Al final, se prepara para tener un nuevo comienzo en su vida.

El giro más interesante llega para Roy. Lo vemos en prisión, con algunos cables en su cabeza. Justo antes de que la cámara se ponga negra, vemos un brillo en sus ojos. Esto muestra que él también era como Alton, aunque quizás no en un nivel tan avanzado. Esto también responde a la pregunta de por qué Alton, un niño nacido de humanos normales exhibiría tan extraordinarios poderes. La fuente es su padre, que podría no haber sido consciente de quién era realmente todo este tiempo. Puede que sintiera algo diferente dentro de él, pero nunca pudo entender lo que era. Esta podría haber sido también la razón que lo empujó hacia el culto, y las creencias religiosas que rodean a Alton. Los cables en su cabeza indican que como las agencias de tres letras no pudieron tener a Alton, están buscando sus raíces en su padre. Aunque esto no es una buena noticia para Roy, está feliz simplemente porque sabe que su hijo está fuera de peligro y está en un lugar mejor ahora.