En el aeropuerto, el profesor universitario Gene Garrison se encuentra con sus padres, quienes han regresado de Florida. Después de llevarlos a casa, los lleva a cenar. De vuelta en casa, pasa la noche con ellos. Las pullas de su padre, Tom, le rondan la mente mientras conduce de regreso a casa. Gene busca consuelo en los brazos de una mujer con la que ha estado saliendo, quien anhela una relación más seria con él. Poco después, su madre, Margaret, sufre un ataque al corazón y es hospitalizada. Al visitarla en el hospital, Gene encuentra a Tom caminando de un lado a otro en la sala de espera. Tom le pide a Gene que lo acompañe al Club Rotario, aunque Gene esperaba no separarse del lado de su madre.

Cuando Margaret muere, Gene ayuda a su padre a comprar un ataúd. Su hermana, Alice, llega sin su esposo e hijos. Ella le explica a Gene que la memoria y la salud en declive de Tom requerirán cuidado constante, ya sea en un hogar de ancianos o con asistencia a domicilio. Ella plantea la idea a su padre, quien la rechaza de inmediato. La conversación saca a la luz viejas tensiones sobre la desheredación de Alice por parte de Tom debido a que ella se casó con un cónyuge judío. Alice deja a Gene para que trate con su padre por sí solo.

La novia de Gene, Peggy, llega de visita. Ella queda encantada con Tom y ofrece mudarse a Nueva York para vivir con Gene y su padre. Esa noche, Gene y Tom recuerdan juntos mirando fotografías antiguas. El amor de Tom por su hijo brilla en su conversación y le pregunta sobre una melodía que Gene solía cantarle de niño. Gene confiesa que nunca cantó la melodía para su padre, pero Tom recuerda lo contrario. Gene le dice a Tom que está pensando en mudarse a California para estar con Peggy, donde ella tiene una exitosa práctica ginecológica. Tom se irrita ante la idea, sintiéndose abandonado. Gene sale de la casa con Peggy y nunca regresa.