Jake Davis es un novelista ganador del Premio Pulitzer con una esposa y una hija a las que quiere mucho. Sin embargo, mientras conducen de vuelta de una fiesta, él discute con su mujer porque está coqueteando con una mujer (la había engañado en el pasado, lo que le hace sospechar). Esto le distrae, provocando la colisión de su coche con un camión. Jake resulta gravemente herido, mientras que su mujer muere. Su lesión le deja daños cerebrales, lo que le provoca convulsiones. Un médico le advierte de que necesita tratamiento, ya que, de lo contrario, podría sufrir episodios psicóticos. Jake acepta a regañadientes y se interna en un hospital para recibir tratamiento durante siete meses, mientras su hija Katie se queda con su tía Elizabeth y su tío William.

A su regreso, Elizabeth y William (que se han hecho muy amigos de Katie durante su estancia con él), le proponen adoptarla, idea que Jake rechaza de plano. Sin embargo, se esfuerza por ser un padre soltero, ya que sus convulsiones vuelven a aparecer (un hecho que oculta). Debido a sus daños cerebrales, la escritura de Jake se resiente, lo que hace que su próximo libro sea rechazado por la crítica y que su propia editorial decida no comercializarlo. Debido a sus dificultades, Elizabeth y William le demandan por la custodia, que Jake teme que puedan ganar. Escribe un libro entero en un arrebato de inspiración, enfadando a Katie en el proceso al descuidarla. La demanda contra él se retira cuando se revela que William ha dejado embarazada a su secretaria y Elizabeth solicita el divorcio. Sin embargo, tras su último libro, Padres e hijas, los ataques de Jake provocan su muerte accidental debido a una lesión en la cabeza al caerse en el baño. Su último libro le hace ganar un Pulitzer póstumo.

25 años después, Katie asiste a la universidad y estudia psicología. Se demuestra que es bastante promiscua, llevando al baño a un chico que acaba de conocer y teniendo sexo con él. Ella rechaza cualquier relación más íntima. Se muestra que Katie se convierte en trabajadora social, y conecta con una chica llamada Lucy que, como ella, ha perdido a su madre, negándose a hablar desde su muerte. Continúa con su patrón de aventuras de una noche antes de conocer a Cameron, un hombre que ha idolatrado el trabajo de su padre, y comienzan una relación. Con su ayuda, Lucy mejora mucho hasta el punto de ser adoptada, aunque Katie se siente herida al saber que no tendrán más contacto. Aunque se acerca a Cameron, Katie sigue lidiando con problemas de intimidad que le hacen temer perderlo. Le engaña, y Cameron rompe con ella enfadado después de enterarse. Katie va a su apartamento, declarando su amor por él, pero huye después de ver que él está con otra mujer. Sin embargo, cuando vuelve a casa abatida, Cameron la está esperando; se abrazan y se besan.

La película se narra en segmentos alternados entre el pasado de Katie y Jake y el futuro de Katie.