Final de Pánico en el estadio explicado
Final explicado
En un día aparentemente común, un francotirador desconocido (Warren Miller) se posiciona en el Coliseo Memorial de Los Ángeles durante un campeonato profesional de fútbol denominado “Campeonato X” (Diez) entre Baltimore y Los Ángeles, similar al Super Bowl. Una cámara del dirigible Goodyear lo detecta, y el gerente del estadio, Sam McKeever (Martin Balsam), llama de inmediato a la policía y al equipo SWAT.
La respuesta policial
El Capitán de Policía Peter Holly (Charlton Heston), en colaboración con el Sargento del equipo SWAT Chris Button (John Cassavetes), elabora un plan para capturar al francotirador antes de que concluya el juego.
Los espectadores y sus historias
El estadio está lleno de aficionados, entre los que se encuentran Steve y Janet (David Janssen y Gena Rowlands), una pareja de mediana edad que discute constantemente; Stu Sandman (Jack Klugman), un adicto al juego; un sacerdote católico (Mitchell Ryan), amigo del mariscal de campo Charlie Tyler (Joe Kapp); la joven pareja casada Mike y Peggy Ramsay (Beau Bridges y Pamela Bellwood); un carterista anciano (Walter Pidgeon) y su joven cómplice (Juli Bridges, la entonces esposa de Beau Bridges); y el aficionado al fútbol Al (David Groh), que comienza a coquetear con Lucy (Marilyn Hassett) cuando nota que su cita (Jon Korkes) está más interesada en el juego que en ella.
El desenlace trágico
El director de mantenimiento del estadio, Paul (Brock Peters), descubre la presencia del francotirador y trata de enfrentarlo. Sin embargo, el francotirador lo golpea con la culata de su rifle, causando que Paul caiga varios pisos y quede gravemente herido. Durante el caos, muchos son heridos o asesinados, incluyendo a Steve, Stu, Chris, Peggy y el carterista. Mike logra escapar de la custodia policial durante el alboroto y se reúne con Peggy y sus hijos una vez que el estadio se vacía de gente. Finalmente, el francotirador es abatido por Peter, quien junto con Chris y otros miembros del equipo SWAT, lo arrestan.
Al revisar su billetera, los oficiales descubren el nombre del francotirador: Carl Cook. Cook muere mientras está bajo custodia, sin revelar nada sobre sus intenciones. Button señala que, aunque no saben nada sobre Cook, en las próximas semanas los medios, a través de periódicos y televisión, descubrirán todos los detalles desconocidos sobre la vida de Cook. Peter ve la herida de bala de Button y se pregunta si un médico la ha examinado. Button responde: “No es gran cosa”. Peter replica: “No seas un héroe, Sargento. Te llevaré al hospital. Vamos”. Button sigue a regañadientes a Peter, mientras Sam mira hacia el estadio de fútbol vacío, sintiéndose triste porque muchas personas murieron en el estadio. Peter lleva a Button al hospital fuera de pantalla, y la película termina.