Final de Poesía

(2010)
Final de Poesía

Título original: 시

13/05/2010 (ES)Drama139 min
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Sinopsis

Mija es una anciana que vive con su nieto en una pequeña ciudad coreana. Es una mujer excéntrica y llena de curiosidad, que disfruta cuidando su aspecto y exhibe sombreros con motivos florales y vestidos con vivos colores. El azar la lleva a asistir a cursos de poesía en la casa de la cultura de su barrio y a escribir su primer poema. Busca la belleza dentro de su ambiente habitual, al que no había prestado ninguna atención hasta ese momento. Sin embargo, un suceso inesperado hace que descubra que la vida no es tan hermosa como creía.

Lee Chang-dong

Director

Lee Chang-dong

Escritor

Kim Hyun-seok

Fotógrafo

Lee Joon-dong

Productor

Reparto principal

Yoon Jeong-hee

Yoon Jeong-hee

Lee Da-wit

Lee Da-wit

Kim Hee-ra

Kim Hee-ra

Ahn Nae-sang

Ahn Nae-sang

Kim Yong-taek

Kim Yong-taek

Park Myung-shin

Park Myung-shin

Como acaba Poesía

La película comienza en un río con niños jugando en la orilla. El cuerpo de una niña con uniforme escolar pasa flotando.

Yang Mi-ja (Yoon Jeong-hee), una abuela de 66 años, consulta a un médico en un hospital que, preocupado por su falta de memoria, la remite a un especialista. Al salir del hospital ve a una mujer enloquecida de dolor porque su hija de 16 años se ha ahogado.

Aunque Mi-ja vive de la asistencia social del gobierno, tiene un pequeño trabajo cuidando a un anciano acomodado que ha sufrido un derrame cerebral. En casa, cuida de su maleducado nieto de 16 años, Jong-wook (Lee David), cuya madre divorciada vive en Busan. Cuando Mi-ja pregunta a Jong-wook por la chica de su clase que se ahogó, éste insiste en que no la conoce.

Cuando Mi-ja ve un cartel que anuncia una clase de poesía en un centro comunitario, decide matricularse. El objetivo del curso es escribir un poema antes de que acabe el mes. A sugerencia de su profesor, empieza a escribir notas sobre las cosas que ve, especialmente flores.

Jong-wook suele salir de casa a horas intempestivas para relacionarse con otros cinco chicos de la escuela. Una noche, los invita a todos sin avisar a Mi-ja, que intenta ser una amable anfitriona y les ofrece un aperitivo antes de que desaparezcan en el dormitorio de Jong-wook. Más tarde, el padre de uno de los chicos insiste en que Mi-ja se reúna con él y con los padres de los otros chicos. Le cuentan que el grupo de chicos ha violado repetidamente a una chica, Agnes, durante los últimos seis meses, antes de que saltara de un puente a un río y se ahogara. Su diario fue descubierto, aunque sólo cuatro miembros del profesorado de la escuela están al corriente de la situación. Los padres temen represalias para sus hijos y la escuela teme un escándalo que empañe su reputación. Para evitar una investigación policial a fondo, los padres de los chicos ofrecen pagar una indemnización de 30 millones de wones a la madre viuda, una granjera pobre. Mi-ja, que no puede hacer frente a su parte del pago de 5 millones de won, se ve presionada para pedir el dinero a su hija (la madre de Jong-wook). Aunque Mi-ja habla ocasionalmente con su hija por teléfono, no le menciona la situación. Cuando a Mi-ja le diagnostican la enfermedad de Alzheimer en fase inicial, vuelve a no decírselo a nadie. Intenta enfrentarse a Jong-wook por sus acciones, pero él simplemente la ignora.

Mi-ja empieza a asistir a un recital de poesía semanal. Un hombre descarado suele leer hermosas poesías en estos recitales, pero luego hace bromas sexuales que ofenden a Mi-ja. Otro poeta aficionado explica a Mi-ja que el hombre es un policía de buen corazón, y que recientemente ha sido reasignado de Seúl tras destapar la corrupción en su cuerpo de policía.

Mi-ja abandona temporalmente su trabajo cuidando a un anciano que ha sufrido una apoplejía después de que éste le haga una insinuación sexual desesperada. Más tarde, regresa tras un viaje al puente donde saltó Agnes y su sombrero vuela hasta el agua. Camina hasta la orilla del río y se sienta a escribir poesía hasta que empieza a llover. Empapada, vuelve con el anciano y acepta acostarse con él. Cuando lo hace, parece no tener emociones.

En otra reunión con los padres, Mi-ja es elegida para viajar al campo y convencer a la madre de Agnes de que acepte el acuerdo. Mi-ja no la encuentra en casa, pero acaba encontrándola trabajando en el campo. Mi-ja empieza a hablar maravillas del clima, las flores, los árboles y la fruta, olvidándose de la tarea que tiene entre manos. Las dos mantienen un agradable intercambio de palabras antes de que Mi-ja se dé la vuelta y comience a alejarse. Finalmente, recuerda que debía enfrentarse a la mujer por lo del asentamiento, pero se siente demasiado avergonzada y continúa su camino.

Unos días más tarde, Mi-ja vuelve con los padres para admitir que aún no puede pagar su parte del acuerdo. Aunque molestos por el hecho de que aún no haya aportado su parte, los padres se alegran de que la madre de Agnes haya accedido a llegar a un acuerdo, a pesar de que Mi-ja no se enfrentó a ella.

Mi-ja pide al anciano el dinero que necesita, negándose a decirle para qué es. El anciano se pregunta si se trata de un intento de extorsión por parte de Mi-ja y le paga. Una vez pagado el finiquito a la madre de Agnes, Mi-ja llama por teléfono a su hija para que vuelva a casa, e insiste en que Jong-wook tome una ducha y se corte las uñas. Esa noche, el rudo policía de las lecturas semanales de poesía aparece con su compañero para llevarse a Jong-wook. Mi-ja no protesta.

La película concluye con la profesora de poesía de Mi-ja descubriendo un ramo de flores en el podio de la clase con su poema, "La canción de Agnes", pero la propia Mi-ja no está presente. Su hija regresa a una casa vacía y llama al teléfono de Mi-ja, pero no recibe respuesta. La profesora comienza a leer el poema de Mi-ja a la clase. Mi-ja habla en voz en off, aunque la voz de la propia Agnes toma el relevo a medio camino, siguiendo a Agnes desde el laboratorio de ciencias, donde fue violada, hasta el autobús y el puente donde va a saltar. Agnes se vuelve hacia la cámara con una media sonrisa, dejando el destino de Mi-ja en una nota ambigua.