Hossain Sabzian es un cinéfilo y, en particular, un gran admirador del popular director iraní Mohsen Makhmalbaf. Un día, Sabzian viaja en autobús con una copia de un guión publicado de El ciclista; la señora Ahankhah se sienta a su lado y le revela que es fan de la película. Sabzian le cuenta que él mismo es Makhmalbaf, el creador, y se entera de que sus hijos están interesados en el cine. Haciéndose pasar por Makhmalbaf, Sabzian visita a la familia Ahankhah varias veces durante las dos semanas siguientes. Les halaga diciéndoles que quiere utilizar su casa en su próxima película y a sus hijos como actores. También pide prestados 1.900 tomans a uno de los hijos para pagar el taxi. El Sr. Ahankhah empieza a sospechar que es un impostor que intenta robarles, sobre todo cuando una fotografía de una revista muestra a un Makhmalbaf más joven, con el pelo más oscuro. Invita a un periodista, Hossain Farazmand, que confirma que Sabzian es efectivamente un impostor. La policía acude a detener a Sabzian, mientras Farazmand toma varias fotografías para su próximo artículo titulado "Arrestan a un falso Makhmalbaf".

Kiarostami visita a Sabzian en la cárcel y ayuda a adelantar su juicio, y recibe permiso del juez para grabar el juicio. En el juicio, Sabzian es juzgado por fraude e intento de fraude. Revela que sus motivaciones para la imitación son el amor por la película y el cine de Makhmalbaf, mientras que el hijo del Ahankhah relata sus visitas cuando empezaron a sospechar de él. Debido a sus circunstancias de padre joven sin antecedentes y a su arrepentimiento, el juez pregunta a la familia si estarían dispuestos a indultar a Sabzian. Aceptan a cambio de que se convierta en un miembro productivo de la sociedad. Tras el juicio, el verdadero Makhmalbaf se reúne con Sabzian y le lleva a casa de los Ahankhah, seguido por el equipo de Kiarostami. Cuando se reúnen con el Sr. Ahankhah, éste dice de Sabzian: "Espero que ahora sea bueno y nos haga sentir orgullosos de él".