Final de Resucitar un amor
(2000)Final de Resucitar un amor (2000)
Título original: Waking the Dead
Sinopsis
Un joven americano pierde a su novia, una activista americana, durante la dictadura chilena. Diez años más tarde, convertido en un hombre madurao que se enfrenta al idealismo de los años pasados e intenta afrontar sus aspiraciones, se ve envuelto en un torbellino emocional, en el que empieza a tener las sensación de que el fantasma de su amada está presente en su vida. (FILMAFFINITY)
Keith Gordon
Director
Scott Shields
Compositor
Tom Richmond
Fotógrafo
Keith Gordon
Productor
Reparto principal
Billy Crudup
Jennifer Connelly
Paul Hipp
Hal Holbrook
Ivonne Coll
Lawrence Dane
Como acaba Resucitar un amor
La película avanza y retrocede entre los años setenta y ochenta y se centra en la relación entre Fielding Pierce, un joven oficial de la Guardia Costera con ambiciones políticas, y la idealista católica Sarah Williams, que se siente atraída por los programas diseñados para mejorar la vida de los desfavorecidos y tiene sentimientos encontrados sobre sus objetivos profesionales.
En la escena inicial, Fielding ve un telediario que informa de la muerte de Sarah en un atentado con coche bomba en Minneapolis tras una excursión organizada por la iglesia a Chile para alimentar a los pobres y organizar la resistencia a la opresiva dictadura de Pinochet. Nunca se recupera del todo de la noticia, y se encuentra cada vez más atormentado por el pasado, en el que la pareja estaba tan unida sentimentalmente como políticamente, dividida por el deseo de él de trabajar dentro del sistema y la convicción de ella de que el sistema es la raíz de todos los males. Su obsesión por Sarah pone lentamente en peligro su carrera, su próximo matrimonio y su cordura.
La cuestión de si Sarah fue o no asesinada sigue sin resolverse, ya que Caroline, la hermana de Fielding, afirma haberla visto en la calle algunos años después y el propio Fielding supuestamente la conoce tras ser elegido miembro del Congreso de los Estados Unidos, sólo para preguntarse después si no fue más que una alucinación.