Con toda la charla sobre la muerte y el miedo y la paranoia con respecto a la inminente perdición de todos los personajes, uno pensaría que hay mucha muerte en la película. Curiosamente, apenas vemos un cadáver y no hay nada de violencia. Sin embargo, el día en que se supone que deben morir llega, lo que nos hace preguntarnos si realmente sucede. ¿Cada persona que vemos en la película encuentra su final? No hay respuesta a eso.

En una escena de flashback, descubrimos que fue a través de su novio Craig que Amy se infectó. Se contagió por un repartidor de pizza, al que nunca vemos. Con este acto, la película evita entrar en la historia de origen de lo que sea que esté infectando a todo el mundo, manteniendo su naturaleza tan ambigua que ni siquiera sabemos si es algo sobrenatural o algún virus real, o algún caso raro de ansiedad contagiosa. Al no decirnos qué es exactamente, también nos mantiene en la oscuridad sobre a dónde nos llevará. No sabemos qué le pasa al repartidor de pizza. Sabemos que Craig muere, pero por lo que parece, muere por suicidio. ¿Murió el día que se suponía que debía hacerlo o se puso una bala en el cerebro porque no pudo lidiar con la paranoia y decidió terminar con las cosas antes de averiguar cómo resultarían?

Es el peso colectivo de esta ambigüedad lo que lleva hasta el final. ¿Amy muere en ese desierto? ¿Jane se desangra hasta morir en esa piscina? ¿Qué pasa con la familia de su hermano? Nadie lo sabe, y eso es porque el resultado en sí mismo nunca fue el punto de la historia. La pregunta que plantea es ¿cómo lidiaría con el conocimiento de su muerte inminente? ¿Cree que podría hacer las paces con el hecho de que sólo le quedan unas pocas horas o días o años de vida?

En la última escena de la película, vemos a Amy lidiando con lo mismo. A lo largo de la película, parece que ha renunciado al miedo a morir y contempla qué hacer con su cuerpo después de morir. Busca urnas en Internet y luego se decide a comprar una chaqueta de cuero hecha por ella misma. Pasa su tiempo conduciendo por la ciudad, y haciendo las cosas que se suponía que debía hacer antes pero que nunca hizo. Pero cuando se acerca a la línea de meta, todavía no está preparada para ello. Todavía no está bien con eso.