Final de Sí, Dios mío, sí
(2020)Final de Sí, Dios mío, sí (2020)
"Ser mala nunca le ha sentado tan bien"
Título original: Yes, God, Yes
Sinopsis
Después de que una charla en un colegio religioso comience a tener tintes racistas, una joven católica es descubierta mientras se masturba. Sus tutores hacen todo lo posible para que la joven suprima sus necesidades más básicas, amenazándola con perder la gracia de Dios para toda la eternidad si no cambia sus hábitos.
Karen Maine
Director
Karen Maine
Escritor
Ian Hultquist
Compositor
Todd Antonio Somodevilla
Fotógrafo
Eleanor Columbus
Productor
Reparto principal
Natalia Dyer
Timothy Simons
Wolfgang Novogratz
Francesca Reale
Susan Blackwell
Parker Wierling
Como acaba Sí, Dios mío, sí
Los autores de Sí, Dios mío, sí (2019) se han volcado en explorar las dificultades de la pubertad.
Chris Columbus ("Solo en casa", tres episodios de la franquicia Harry Potter) se encargó de la producción y Karen Mayne de la dirección.
Trama y final de Sí, Dios mío, sí
Año 1999. La popularidad de la superproducción Titanic alcanza su punto álgido, los albores de Internet. Alice (Natalie Dyer), alumna de último curso de un internado católico, teme más que a nada ir al infierno por no poder resistirse a ver otro vídeo de Leonardo DiCaprio haciendo el amor con Kate Winslet.
Es una feligresa diligente, no falta a los oficios religiosos, confiesa a un sacerdote su pecaminoso interés por el cine erótico. Todo lo positivo que sabe sobre las relaciones con el sexo opuesto lo sacó de Titanic. Al mismo tiempo, su cuerpo maduro reacciona activamente a todos los estímulos externos, notando lo prohibido en todo, incluso intentando obtener un poco de placer de una fregona.
Con su mejor amiga va a pasar el fin de semana en un campamento de verano cristiano. Las peculiares técnicas pedagógicas, reforzadas por unas hormonas frenéticas, obligan a la niña a someterse a tentaciones a las que se resiste o sucumbe con entusiasmo.
El significado de la película
El entorno: una institución educativa con directrices de comportamiento muy definidas y rígidas. El sexo es peligroso para el alma, las aspiraciones espirituales deben dirigirse hacia un Ser Supremo, del que sus adeptos saben con precisión lo que le gusta y lo que le disgusta, y por lo que seguramente castigará con dureza. La pregunta es: ¿Pueden estos grilletes visibles e invisibles obstaculizar la madurez sexual normal con todo lo que la acompaña?
La conclusión final puede considerarse un replanteamiento evidente de actitudes aprendidas en una escuela cerrada (y también de nuevas tendencias). Revela la postura del director: la maduración está directamente vinculada a la experiencia sexual. Ninguna inhibición impedirá que la naturaleza siga su curso. Y los que argumentan lo contrario se preocupan de hecho por lo mismo.
Características de los personajes
La inexperta heroína parece ser todavía una niña entre los maduros compañeros de clase. Eso se debe a que está empezando a explorar su sexualidad, mientras que la mayoría de sus compañeros (es fácil adivinarlo) ya tienen conocimientos en este ámbito y se comportan de forma mucho más relajada. Excepto que Gina (Susan Blackwell) también teme el infierno - por ver la revista publicitaria de trajes de baño de su padre.
El padre Murphy (Timothy S. Simons) es muy carismático y sugiere a su rebaño que no huya de los problemas de la edad, sino que los comprenda. No le cuesta adivinar en cada pabellón su irritante particular. Tiene ayudantes. Una de ellas, Nina (Alisha Boehe), se atreve a entregar a la recién llegada un símbolo de su caída: un trozo de una golosina popular: "Fingimos que cada malvavisco es un pecado mortal particular y luego lo quemamos. Tu malvavisco es lujuria".
La más simpática es la sabia señorita Veda (Donna Lynn Champlin), que informa a las jóvenes católicas: "Vuestro cuerpo es un regalo de Dios".
Tras haber adquirido la formación teórica necesaria, Alice ya está en camino de satisfacer sus deseos, que concentra en el atlético bombón (Wolfgang Novogratz) con bastante confianza. Al final, la moral escolar sufre una derrota evidente. Pero a Dios, como sabemos, no se le regaña. Al satisfacer sus deseos, los personajes esperan no ofenderle. ¿O tal vez le parece bien a Él? Entonces sólo cabe exclamar: "¡Sí, Dios mío, sí!
Conclusión
La película se ajusta bastante a los cánones de la comedia escolar juvenil de Hollywood, en la que es habitual reírse con buen humor de la inexperiencia y la imprudencia juveniles.
Al final, el protagonista adquiere los conocimientos necesarios sobre la vida, a veces con algunas sensaciones dolorosas, pero generalmente ileso.
Mientras lo ves, te vienen a la mente American Pie, Easy Avengers y algo de Lady Bird. Es entonces cuando resulta que lo mejor de la película (¿influencia del moralista Chris Columbus?) es que los problemas juveniles se presentan en relación con verdades eternas, que, si se fuerzan, no arraigan bien en la mente adolescente, pero (¡resulta!) ya están ahí, no impiden en absoluto que un adolescente sea él mismo.