"Tango Feroz: La Leyenda de Tanguito", dirigida por Marcelo Piñeyro, es una película argentina que se ha convertido en un clásico del cine de este país. La historia, basada en la vida del músico de rock argentino José Alberto Iglesias, conocido como Tanguito, se sumerge en el mundo de la música, la política y la vida bohemia de Buenos Aires en los años 60 y 70. El final de la película es no solo un homenaje a Tanguito, sino también un poderoso comentario sobre la libertad, la represión y el espíritu indomable del arte.

La película narra la vida de Tanguito, desde sus inicios en la música hasta su trágico final. A lo largo del filme, se muestra su ascenso en la escena del rock nacional, su romance con Mariana, y su lucha contra un sistema opresivo que buscaba silenciar las voces disidentes en un período de agitación política en Argentina.

El clímax

El clímax de "Tango Feroz" es tanto emocional como dramático. Tanguito, después de enfrentar la censura, la represión y el deterioro de su salud mental, encuentra en su música un último acto de desafío y expresión personal. La música se convierte en su forma de resistencia y en su legado perdurable.

El final de la película es conmovedor y simbólico. Tanguito muere, pero su música y su espíritu rebelde sobreviven. La película cierra con una escena que mezcla la realidad y la leyenda, mostrando cómo Tanguito se convierte en un ícono de una generación y un símbolo de resistencia. Este desenlace no solo rinde homenaje al músico, sino que también refleja las luchas y aspiraciones de muchos jóvenes de esa época.

Impacto y significado

El final de "Tango Feroz" impacta profundamente en el espectador, dejando un mensaje de resistencia a través del arte y la música. La película no solo cuenta la historia de un músico, sino que también captura el espíritu de una época y de un movimiento cultural que desafiaba las normas y la opresión.

Conclusión

"Tango Feroz: La Leyenda de Tanguito" es más que la biografía de un músico; es un relato sobre la libertad de expresión, el poder del arte y la importancia de mantener vivo el espíritu de rebeldía. El final de la película resuena no solo como un tributo a Tanguito, sino como un recordatorio de que, aunque las voces pueden ser silenciadas, su eco y su influencia perduran en el tiempo. La leyenda de Tanguito, como la película sugiere, sigue viva en su música y en las generaciones que continuaron su legado de lucha y expresión artística.