Louis Salinger, detective de la Interpol, y Eleanor Whitman, ayudante del fiscal del distrito de Manhattan, son asignados para investigar el Banco Internacional de Negocios y Crédito (IBBC), que financia actividades delictivas como el blanqueo de dinero, el terrorismo, el comercio de armas y la desestabilización de gobiernos. La investigación de Salinger y Whitman les lleva a Milán, donde el IBBC asesina a Umberto Calvini, un fabricante de armas y candidato a primer ministro italiano. El asesino desvía las sospechas hacia un asesino local con conexiones políticas, que es rápidamente asesinado por un policía corrupto. Salinger y Whitman consiguen una pista sobre el segundo asesino, pero el policía se enfrenta a los dos y les ordena salir del país. En el aeropuerto, consiguen comprobar las grabaciones de las cámaras de seguridad en busca de pistas sobre el paradero del asesino del banco, y siguen a un sospechoso hasta la ciudad de Nueva York.

En Nueva York, Salinger y Whitman son recibidos por dos detectives del Departamento de Policía de Nueva York (NYPD), Iggy Ornelas y Bernie Ward, que tienen una fotografía del rostro del asesino. Salinger, Ornelas y Ward localizan al doctor Isaacson, en cuya consulta se ha localizado la pierna ortopédica del asesino, y consiguen seguirlo hasta el Museo Solomon R. Guggenheim.

Jonas Skarssen, el presidente del IBBC, revela a sus superiores White y Wexler que Calvini fue asesinado para que sus hijos pudieran comprar sistemas de guiado de misiles en los que el banco ha invertido. Como el banco sabe que Salinger y Whitman están cerca de encontrar a su asesino, envían un equipo de sicarios para matarlo, mientras Wexler es detenido por Ornelas. Mientras Salinger y Ward hablan con el asesino e intentan detenerlo, se produce un tiroteo en el Guggenheim cuando varios pistoleros les atacan. Ward muere en el caos y Salinger se ve obligado a formar equipo con el asesino para luchar contra los pistoleros. Sin embargo, el asesino es herido de muerte durante su huida y muere a causa de sus heridas.

Cuando Salinger va a interrogar a Wexler, éste le revela que el IBBC es prácticamente intocable debido a sus conexiones con organizaciones terroristas, cárteles de la droga, gobiernos y poderosas corporaciones, aunque Wexler se muestra dispuesto a ayudar a Salinger a acabar con el IBBC. Mientras tanto, Salinger convence a Whitman para que le deje seguir solo.

En Italia, Salinger informa a los hijos de Calvini de la responsabilidad del IBBC en el asesinato de su padre, lo que les lleva a anular el acuerdo con el banco y a ordenar el asesinato de White. A continuación, Salinger acompaña a Wexler a Estambul, donde Skarssen está comprando los sistemas de guiado a su único fabricante, Ahmet Sunay. Salinger intenta grabar la conversación para poder obstruir el trato demostrando a los compradores que los misiles no servirán para nada, pero finalmente fracasa. Tanto Wexler como Skarssen son entonces asesinados por un sicario contratado por los Calvinis para vengar el asesinato de su padre. Salinger queda aturdido, ya que su investigación, persecución y determinación para acabar con el IBBC no han conducido a nada.

Posteriormente, el banco continúa con éxito sus operaciones a pesar de la muerte de Skarssen, tal y como éste había predicho a Salinger antes de ser asesinado. Sin embargo, con el nuevo y más agresivo presidente, el aumento de la expansión y la agresividad del IBBC acaban provocando un mayor escrutinio, lo que lleva a una investigación del Senado de los Estados Unidos encabezada por Whitman.