Final de The Royal Game
(2021)
Final de The Royal Game (2021)
"Convirtió la resistencia en un juego"
Título original: Schachnovelle
Sinopsis
Viena, 1938. Los nazis acaban de anexionarse Austria y el notario Josef Bartok sabe que está en grave peligro. Mientras se prepara para huir, es detenido por la Gestapo y encerrado en un hotel reconvertido en prisión. Solo saldrá de allí si colabora con los nazis. Bartok no está dispuesto a ceder. Pero aislado, la soledad empieza a hacer mella en él hasta que consigue robar un libro de ajedrez, que será su punto de apoyo para mantenerse cuerdo y convertir la resistencia en un juego.
Philipp Stölzl
Director
Eldar Grigorian
Escritor
Thomas W. Kiennast
Fotógrafo
Tobias Walker
Productor
Reparto principal

Oliver Masucci

Albrecht Schuch

Birgit Minichmayr

Andreas Lust

Samuel Finzi

Lukas Miko
Como acaba The Royal Game
¿Cómo se combinan el ajedrez y la locura, y cómo se pasa gradualmente de la solidez al abatimiento total y a la locura? The Royal Game trata de todo esto.
Resumen de The Royal Game
El protagonista, el doctor Josef Bartok, se encuentra con su mujer, a la que no ve desde hace mucho tiempo, al embarcar rumbo a América. Josef recuerda el último periodo de su hermosa vida.
1938, Austria. Es un notario cuyo deber era certificar la apertura de cuentas de la aristocracia austriaca en los bancos de Europa.
Un día, su confidente le aconseja que abandone el país inmediatamente. Josef envía a su esposa a Rotterdam y se apresura a sus aposentos. Desconocidos lo encuentran allí. Ambos viajan juntos al Hotel Metropole, donde se encuentra el cuartel general de la Gestapo.
Le recibe el personaje de Albrecht Schuch, Franz-Josef Böhm, jefe de la policía secreta. Quiere las cuentas en las que ha estado trabajando el abogado. Bartok se muestra confiado y narcisista. Cuando le ofrecen una partida de ajedrez, responde que es el placer de los "aburridos generales prusianos", mientras que los verdaderos austriacos aman la música y la literatura. Josef es enviado a su habitación y dejado solo, aislado del mundo exterior. A falta de entretenimiento, poco a poco empieza a desvanecerse y a volverse loco.
Mientras está en cubierta, el héroe ve que se está celebrando un torneo de ajedrez en el que un gran maestro está venciendo a todos los competidores. Sólo queda un oponente: Owen McConor, interpretado por Rolf Lassgaard. También es el amo del forro. Josef le incita a hacer un movimiento. El resultado es un empate. Todo el mundo está encantado. El maestro se pregunta dónde aprendió el vulgar notario a tocar así y en qué concursos participó. La respuesta es que es un novato, que coge piezas de verdad por primera vez.
Al borde de la locura, Josef acepta entregar todos los billetes. Un pequeño detalle lo cambia todo: se hace con un libro con descripciones de partidas de ajedrecistas famosos. Retoma el estudio de un caso desconocido para entretenerse. Unos días más tarde es convocado para otro interrogatorio, pero la Gestapo tiene una personalidad completamente distinta. El notario se niega a declarar y exige que le devuelvan a su habitación.
Tras una inspección, los nazis descubren un libro y figuritas hechas con pan. Todo está confiscado. Josef está desesperado. La locura que había empezado a abandonar regresa con renovado vigor, creciendo hasta convertirse en esquizofrenia.
Siguiendo hacia Estados Unidos, Bartók se da cuenta de que su mujer no está a bordo y nunca lo ha estado: ha sido inventada por su mente.
Owen ofrece dinero al notario por una partida con Milko Centovic (Gran Maestro). Josef está de acuerdo. Una lámpara parpadeante desencadena flashbacks. El recién acuñado jugador se confunde de tiempo y deja de entender: ¿está en el barco o en la Gestapo? Llega un momento en que el campeón tumba a su rey y tiende la mano a Josef, reconociéndole la victoria. Al mismo tiempo, aplastado y destrozado, el notario yace en el suelo de Metrópolis con los papeles garabateados. Böhm le informa de que ha ganado la partida: todo lo que ha escrito no es ni un código ni una cifra, sino una descripción de las jugadas realizadas en el enfrentamiento entre Max van Leeuwen y Milko Čentović. Josef es liberado, firma con el nombre de Max van Leeuwen.
El drama histórico termina con el héroe jugando al ajedrez en un manicomio y comunicándose con Birgit Minichmayr como Anna, a la que ya no reconoce...
El objetivo de la película
Josef, después de que le quiten el libro y destruyan las piezas, es incapaz de aprender a jugar. Así que juega torneos virtualmente, convirtiéndose en Max van Leeuwen (consecuencias de la esquizofrenia). No tiene nada que ver con Josef Bartok y no sabe nada del dinero austriaco. Ahora los prisioneros pueden conseguir una cosa de él: una partida de ajedrez. Ante la inutilidad del prisionero, Franz reconoce su victoria: no ha denunciado nada.
El proceso de transformación en un nuevo personaje es fluido y se manifiesta por primera vez cuando el héroe, al abandonar el lugar de cautiverio, firma con el nombre del ajedrecista holandés. En el barco sigue conociendo a Anna y se comporta con ella como su esposa. Más tarde, al darse cuenta de que ella es producto de su imaginación, Max lo acepta y finalmente pierde el contacto con Josef.
Ya en el hospital, cuando habla con Anna, no la reconoce en absoluto.
Características de los personajes
El Dr. Josef Bartók es un personaje demasiado confiado. Oliver Masucci, en el papel de abogado, crea la imagen de un sincero creyente en la ley, que no se toma suficientemente en serio la advertencia de una posible detención por parte de los nazis. Acostumbrado a una vida elegante y encarcelado, el personaje enloquece, convirtiéndose en una persona diferente.
Max van Leeuwen es ese otro hombre. A diferencia de su antiguo yo, no es ni mucho menos un arrogante, sino más bien un genio apesadumbrado que se ha convertido en uno a causa de la esquizofrenia.
Franz-Josef Böhm es el jefe de la policía secreta de Viena. Un psicólogo competente y un hombre culto. "Nada hace más guapo a un hombre que ser educado", afirma.
Owen McConor es un sujeto acostumbrado a satisfacer sus "deseos" y al que no le gusta nadie que sea mejor que él. A un rico no le cuesta nada pagar 20.000 dólares para ver derrotado a un campeón del mundo y satisfacer su propio ego.
El tiempo es un personaje de película como todos los demás. Böhm dice: "estamos perdiendo espacio y tiempo en el hotel"; el público también se da cuenta. Ellos, junto con el protagonista, están a oscuras y no pueden saber cuánto tiempo ha pasado. El tiempo también se pierde por el camino cuando el doctor no sabe dónde está: en el pasado o en el presente. El director Philipp Stelzl prestó atención a los relojes del bar del barco. En dos ocasiones les ha mostrado "dando cuerda". El camarero comentó que hay una hora diferente para cada grado de la Tierra, y que cambia automáticamente al navegar, lo que no merece la pena pensar: podrías volverte loco.
Referencias a la época
Al principio, Josef Bartek discute con sus criados el próximo referéndum en Austria, que iba a determinar las futuras relaciones con Alemania.
Mientras Bartek quema los documentos, suena una radio de fondo. Puede escuchar el discurso del Canciller Schuschnig del 9 de marzo de 1938. Se trataba del plebiscito, que decidiría el protectorado de facto de Alemania.
La turbulencia de aquellos días también se transmite a través de las manifestaciones nazis en curso y el estado de ánimo de los manifestantes que atacaron el coche de Josef.
Conclusión
La película muestra cómo la soledad y el aislamiento pueden quebrar incluso a una persona fuerte. Los espectadores son conscientes de que el genio y la locura a menudo van de la mano. Ambos son un patrón consistente de los mismos acontecimientos.