Nickie Ferrante, un conocido playboy, conoce a Terry McKay a bordo del transatlántico SS Constitution en ruta de Europa a Nueva York. Ambos mantienen una relación sentimental. Tras una serie de encuentros a bordo, entablan una amistad. Cuando Terry se une a Nickie en una breve visita a su abuela Janou mientras el barco está anclado cerca de su casa en Villefranche-sur-Mer, en la costa mediterránea, ella ve a Nickie con nuevos ojos y sus sentimientos se hacen más profundos. Durante su visita, Janou le cuenta a Terry que Nickie es un pintor de talento pero que destruye la mayoría de sus cuadros porque no cumplen sus estándares. Cuando el barco regresa a Nueva York, acuerdan reunirse en lo alto del Empire State dentro de seis meses si han conseguido poner fin a sus relaciones y comenzar nuevas carreras.

El día de la cita, Terry, que se apresura a llegar al Empire State, es atropellada por un coche mientras cruza una calle. Gravemente herida, es trasladada al hospital. Mientras tanto, Nickie, que la espera en el mirador de la cima del edificio, no se entera del accidente y, después de muchas horas, se marcha a medianoche, creyendo que ella le ha rechazado.

Tras el accidente, Terry, ahora incapaz de andar, se niega a ponerse en contacto con Nickie debido a su discapacidad. En su lugar, encuentra trabajo como profesora de música. Nickie sigue pintando y Courbet, propietario de una galería de arte, expone sus obras. Seis meses después del accidente, Terry ve a Nickie con su antigua prometida en el ballet. Nickie no se da cuenta de su estado porque está sentada, y ambos se saludan.

Nickie se entera de la dirección de Terry y en Nochebuena le hace una visita sorpresa. Aunque intenta convencerla de que explique sus acciones, Terry esquiva el tema, sin levantarse del sofá en el que está tumbada. Le regala un chal que Janou, que ha muerto, dejó para ella. Al marcharse, Nickie menciona un cuadro en el que había estado trabajando cuando se conocieron, y que acababa de regalar a una mujer a la que le gustaba pero no tenía dinero. Está a punto de decir que la mujer estaba en una silla de ruedas cuando hace una pausa, sospechando de repente por qué Terry se ha quedado quieta en el sofá. Entra en su habitación y ve el cuadro colgado en la pared, dándose cuenta de que ella era la mujer de la silla de ruedas. La película termina con los dos abrazados mientras Terry dice: "Si tú puedes pintar, yo puedo andar. Todo puede pasar, ¿no crees?".