La película "Un año, una noche" se basa en los testimonios y recuerdos de personas que estuvieron presentes en la sala de conciertos Bataclan de París durante los atentados del 13 de noviembre de 2015. La historia sigue a una pareja, Ramón y Céline, quienes, después del ataque, caminan de regreso a su casa, envueltos en mantas térmicas proporcionadas por la policía. Al día siguiente, la vida parece continuar: Céline hace compras online anticipando un posible pánico, mientras que Ramón se siente abrumado por los mensajes de preocupación que recibe.

El trauma después del ataque

Ambos luchan por procesar lo que han vivido. Mientras Céline intenta mantener una semblanza de normalidad en las tareas del hogar, Ramón sufre ataques de pánico. Los recuerdos de la noche del ataque son vívidos: Céline llamando a Ramón desde la entrada del Bataclan, la llegada de sus amigos Carlos y Lucie, y el caos que se desató cuando comenzaron los disparos. A medida que intentan seguir adelante, se enfrentan a las reacciones de quienes les rodean, desde la curiosidad hasta el apoyo genuino.

La lucha por la normalidad

La pareja intenta retomar su vida cotidiana, pero el trauma está siempre presente. Ramón se siente desconectado de su trabajo y considera dejarlo, mientras que Céline enfrenta sus propios miedos, como el temor de tomar un autobús. Ambos también lidian con las reacciones de la sociedad hacia los inmigrantes y refugiados, ya que Céline trabaja en un centro de acogida para menores no acompañados.

En medio de todo esto, los recuerdos del ataque siguen siendo una constante. Ramón se obsesiona con las noticias relacionadas con el atentado y Céline lucha con sus propios recuerdos de la noche, desde el momento en que comenzaron los disparos hasta su escape del Bataclan.

La búsqueda de sanación

A medida que pasa el tiempo, la pareja busca formas de sanar. Ramón decide escribir sobre su experiencia, mientras que Céline intenta encontrar consuelo en su trabajo y en sus seres queridos. Sin embargo, las tensiones entre ellos aumentan. Las diferencias en cómo cada uno procesa el trauma los aleja, y ambos enfrentan sus propios desafíos personales.

El final de la película nos lleva un año después del ataque. Céline y Ramón, ahora separados, deciden visitar la sala Bataclan en el aniversario del atentado. A pesar de todo lo que han pasado, se encuentran y se abrazan, recordando la canción que estaban escuchando aquella fatídica noche. En un momento de conexión, se dan cuenta de que, a pesar del dolor y el trauma, todavía hay esperanza y amor entre ellos.