Bob y Darcy Anderson están felizmente casados y tienen dos hijos adultos. Una noche, mientras Bob está de viaje de negocios, Darcy entra en el garaje en busca de pilas. Al rebuscar entre las cosas de Bob, encuentra revistas pornográficas con imágenes sadomasoquistas. Al seguir buscando, encuentra un compartimento secreto detrás del zócalo del garaje y dentro hay una pequeña caja que contiene tarjetas de identificación de Marjorie Duvall, víctima de un asesino en serie conocido como "Beadie".

Horrorizada, Darcy busca información sobre Beadie en Internet y coteja los registros comerciales de Bob con las ubicaciones de los asesinatos, descubriendo que estuvo cerca de la mayoría de los crímenes. También ve una fotografía de Duvall con unos pendientes idénticos a los que Bob le regaló recientemente por su aniversario. Mientras tanto, tras ver a una joven saliendo de una cafetería, Bob la sigue en su coche. Después regresa a casa para enfrentarse a Darcy; ha deducido su descubrimiento. Le explica con calma su locura y le cuenta cómo él y un amigo sádico llamado Brian Delahanty, o "BD" (del que deriva "Beadie"), planearon un tiroteo en un colegio cuando eran adolescentes. Sin embargo, Delahanty fue atropellado por un coche antes de que pudieran llevarlo a cabo, pero Bob afirma que le había "infectado" con "ciertas ideas", lo que provocó sus impulsos homicidas.

Bob afirma que, después de formar una familia con Darcy, su alter ego asesino retrocedió y no se sintió impulsado a matar de nuevo durante varios años. Le pide a Darcy que olviden el asunto por el bien de sus hijos y se queda dormido. A la mañana siguiente, Darcy finge estar de acuerdo en olvidar lo que ha descubierto, con la condición de que no vuelva a matar y de que entierre las tarjetas de identificación de Duvall en el bosque. Bob acepta.

Unos meses más tarde, Bob, que es un ávido coleccionista de monedas, encuentra un raro céntimo de 1955 de doble troquel, él y Darcy salen a celebrarlo. Al llegar a casa, Darcy le pide a Bob que vaya a por Perrier mientras ella le espera arriba, aparentemente para tener sexo. Sin embargo, cuando Bob sube, Darcy le empuja escaleras abajo, rompiéndole la espalda y el brazo. A continuación, consigue introducirle una bolsa de plástico y un paño de cocina en la garganta, matándolo. Tras eliminar todas las pruebas del asesinato, Darcy consigue convencer a la policía y a los niños de que Bob murió en un accidente de borrachera. Darcy asume que el calvario ha terminado.

Poco después de enterrar a Bob, un detective retirado y enfermo llamado Holt Ramsey, visita la casa. Ramsey ha pasado años investigando los asesinatos de Beadie y había interrogado a Bob anteriormente. Ramsey le dice a Darcy que sospechaba que Bob era el asesino, ya que su Chevrolet Suburban fue visto en las proximidades de cada víctima. Darcy se da cuenta de que Ramsey ha descubierto su papel en la muerte de Bob, pero rechaza cualquier acusación y Ramsey se marcha. Más tarde esa noche, cuando Ramsey es ingresado en el hospital, Darcy le visita y amenaza con asfixiarle con una almohada, alegando que "dos pueden guardar un secreto si uno de ellos está muerto". Una vez que admite la verdad, Ramsey le asegura que hizo lo correcto.

Darcy regresa a casa y disfruta de la vida por su cuenta, tras darse cuenta de que Bob estuvo a punto de ser descubierto y que, por tanto, no era tan listo como creía. Descubre que ahora puede estar en paz consigo misma.