La película se abre con la siguiente advertencia: "En diciembre de 1993, el Honorable David Dinkins estaba completando su primer y único mandato como alcalde de Nueva York".

Una pareja latinoamericana sin nombre vive aparentemente como acaudalados socialités: envían a su hija a una escuela privada y viven en un rascacielos con porteros, pero ganan su dinero yendo a un apartamento deslucido en Flushing donde, con sus familiares, empacan y venden heroína. Antes de Navidad, uno de los asociados habituales del esposo le pide que guarde una gran cantidad de heroína durante las vacaciones.

En Nochebuena, el esposo tiene una reunión aparentemente rutinaria mientras la esposa visita una casa de empeño ilegal con la esperanza de obtener una muñeca "Party Girl", un juguete popular agotado, para su hija. Después de comprar el juguete, es abordada por un hombre en posesión de la licencia de conducir de su esposo. Él le informa que ha sido secuestrado y le da 20 minutos para recoger la mayor cantidad de dinero posible para el rescate. Después de conseguir aproximadamente $15,000 de sus distribuidores callejeros, se lo lleva, pero él está insatisfecho con la suma baja. Dándole información personal sobre ellos y su hija, exige que entregue más dinero y todas las drogas que tengan en mano. Mientras ella intenta reunir estos durante un tiempo en que los clientes y la familia están fuera de contacto por las vacaciones de Navidad, el esposo es golpeado por una banda cuya forma de hablar sugiere que son policías renegados. Cuando la esposa regresa, el intermediario se familiariza extrañamente con ella, haciéndole preguntas personales sobre su matrimonio, y le advierte que se asegure de que él deje de traficar. Llegada la mañana de Navidad, el padre está sano y salvo en casa y su hija recibe felizmente su muñeca Party Girl.

La cobertura televisiva poco después del incidente revela que un grupo corrupto de policías ha sido arrestado por actividades que incluyen el tráfico de drogas, y la esposa reconoce a uno de los oficiales arrestados como el hombre con el que trató. Mientras comparten preocupaciones sobre los problemas futuros que puedan surgir de su negocio, no están dispuestos a renunciar a su estilo de vida lujoso y, en última instancia, continúan. En una fiesta lujosa a la que asisten, el esposo es brevemente desviado por algunos de sus distribuidores, quienes revelan que han encontrado y matado al asociado que le pidió que se sentara sobre la heroína, asumiendo que había informado a los policías que lo secuestraron. Él regresa a la fiesta y sube al escenario para cantarle una balada a su esposa.

La película se cierra con la siguiente advertencia: "Menos de un mes después, Rudolph Giuliani es juramentado como el 107º alcalde de la ciudad de Nueva York. Continuará..."