A pesar de que el hotel rural de "Toni" y Rufus va muy bien, Rufus no ha renunciado a recuperar su estrella gourmet, que le fue retirada por error. Por lo tanto, se ha inscrito en el Congreso de Chefs Estrellados en Madeira y deja a su esposa sola en la "Kupferkanne" durante una semana. Sin embargo, esta vez no recibe mucha ayuda de su madre, ya que está a punto de abrir su pensión. Apenas Rufus se ha ido, aparece en el hotel la joven Mia y desea ver a Rufus van Berg. La madre de Toni está un poco desconcertada porque Mia se comporta de manera bastante extraña. La confusión es total cuando también aparece la madre de Mia, Annette Olearius, que está buscando a su hija. Ahora explica que Mia se aventuró sola para finalmente conocer a su padre, es decir, Rufus, con quien Annette había tenido una relación anteriormente.

Mia es autista y es difícil convencerla de cambiar de idea una vez que se le ha metido algo en la cabeza. Pero Annette también opina que Rufus debería ocuparse de su hija de 15 años, ya que ella tiene que ir al extranjero por motivos de trabajo. Aunque a Toni no le gusta la idea, su madre decide que Mia puede quedarse en su pensión, ya que parece tener una conexión especial con el perro Bolko debido a su habilidad. De esta manera, podría encargarse del animal. Toni no está de acuerdo en absoluto con esta decisión unilateral de su madre, y ya en la inauguración oficial de la pensión al día siguiente, Heidi también comienza a dudar de su decisión, ya que Mia, con su extraño comportamiento, interrumpe prematuramente la recepción. Lamentablemente, Mia tampoco es de ayuda en la cocina, ya que toma literalmente todas las instrucciones. Cuando, por capricho, sale a pasear con Bolko, regresa sin él. Supuestamente, él no quería regresar porque no le gustaba el ambiente agresivo en la casa. Toni está furiosa y después de que encuentran al perro, impone un castigo en la habitación a Mia.

Heidi intenta animar a su hija y ambas están de acuerdo en que deben encontrar la manera correcta de relacionarse con Mia. Sin embargo, a Toni todavía le cuesta mucho. Cada vez que intenta mejorar su relación con Mia, suele fracasar. Sin embargo, poco a poco comprende que Mia no es una carga, sino una oportunidad para ver, entender y aceptar los problemas de la vida de una manera diferente. Así que involucra a Mia en el trabajo de cocina y le asigna tareas que puede comprender y llevar a cabo. Curiosamente, Mia no solo corta las verduras para la ensalada en pedazos bonitos y uniformes, sino que también las dispone ordenadamente una al lado de la otra.

Cuando Rufus regresa, Mia finalmente puede conocer a su padre. Toni ya lo había preparado telefónicamente para su hija y él está bastante desconcertado por su franqueza. También regresa la madre de Mia para llevarse a su hija de nuevo. Cuando se encuentra con Rufus, tienen una fuerte discusión. Mia está tan molesta por eso que simplemente toma el auto de Rufus y se va. La madre de Toni le había hablado de un lago y ahora quiere verlo. Toni, Rufus, Heidi y Annette la siguen y la traen de vuelta. Felices de que todo haya salido bien, Rufus está dispuesto a asumir su responsabilidad. Para que pueda conocer mejor a su hija, Mia deberá venir a visitarlo con más frecuencia.