Una joven, Una Spencer, acude a la oficina de Peter Trevelyan, gerente de un gran almacén, para sorpresa de éste.

Flashbacks muestran que Peter solía llamarse Ray Brooks, y era el vecino de al lado y amigo de confianza del padre de Una. Ray inició una relación con Una, de 13 años, que duró tres meses. Los dos planeaban fugarse a Europa, pero la noche antes de coger un ferry, Ray le quita la virginidad en una habitación de hotel de la costa. Después abandona la habitación; Una, creyendo que la había abandonado, vaga por las calles angustiada y desconcertada, para ser devuelta a su casa por la policía tras contarle lo que le había ocurrido.

Ray es detenido y cumple cuatro años de cárcel por su crimen. Una crece sola y confusa, creyendo que estaba enamorada de Ray y sintiéndose más herida por su abandono que por sus abusos. Sus compañeros la condenan al ostracismo a pesar de ser una víctima y su padre se vuelve violento por la rabia que siente hacia Ray antes de fallecer años más tarde a causa de un accidente en casa. Quince años después, ya adulta, vive con su madre y se consuela saliendo con chicas de una noche, incapaz de establecer una relación duradera debido al trauma de los abusos. Mientras tanto, Ray, como Peter, encuentra el éxito en su carrera y desde entonces se ha casado. Una descubre dónde trabaja a través de una fotografía del periódico y se enfrenta a él.

Después de que Ray la lleve a los vestuarios del almacén, Una, aún herida emocionalmente por los abusos, se enfrenta a él. En lugar de empatizar con ella, Ray se muestra despectivo y a la defensiva y teme que ella quiera dañar su carrera o incluso matarle. Ray sale de la habitación para asistir a una reunión crítica de personal, en la que debe anunciar recortes y despidos a los empleados. Conmocionado por la presencia de Una, explica a sus compañeros que la dirección quería que elaborara una lista de personas a las que despedir. A continuación, se marcha bruscamente y se esconde de los ejecutivos enfadados y de sus compañeros.

Una encuentra a Ray y discuten antes de recordar su romance. Ray insiste en que no es un hebreo por naturaleza y que estaba realmente enamorado de ella, y le cuenta que ahora está casado con una mujer de su edad. Para sorpresa de Una, él le explica que no tenía intención de abandonarla; que necesitaba dar un paseo y tomar una copa para despejarse, pero al volver se encontró con que ella se había marchado. Incapaz de negar la atracción que sienten el uno por el otro, Una le instiga a mantener relaciones sexuales, pero antes de que la cosa vaya demasiado lejos, Ray se marcha abruptamente, dejándola abandonada una vez más.

Ray le dice a su compañero Scott, que teme ser despedido, que acompañe a Una fuera del almacén. Ella se invita a sí misma al piso de Scott, donde le seduce. Tras prepararse para una gran fiesta esa misma noche, Ray tiene sexo con su mujer Yvonne en casa, pero Ray lo hace con los ojos cerrados. Mientras tanto, Una dice ser la hija de "Pete" y convence a Scott para que la acompañe a la confortable casa suburbana de Ray tras ser informada de la fiesta.

Al llegar a la fiesta, Scott descubre rápidamente que Una mentía al presentarse a Yvonne, y Ray se sorprende al ver llegar a Scott y a Una. Yvonne y Una hablan brevemente, e Yvonne deja caer que su matrimonio no es del todo feliz. Una sube las escaleras, donde entra en la habitación de la hijastra de 13 años de Ray y se tumba en su cama. La hijastra entra y exige una explicación de por qué está allí. Una sale rápidamente de la casa con Ray, Yvonne y Scott siguiéndole. Ray se acerca a Una y niega su acusación sin palabras de haber abusado posiblemente de su hijastra e insiste de nuevo en que Una era "la única" antes de besarla en la mejilla, con Yvonne, su hijastra y Scott mirando desde la distancia. Al darse cuenta de que Ray no se disculpa, Una, decepcionada, abandona la fiesta y se adentra en la oscuridad mientras Ray regresa con su familia y amigos que le observan.