Final de Una historia de Brooklyn

(2005)
Final de Una historia de Brooklyn

Título original: The Squid and the Whale

05/10/2005 (ES)Comedia, Drama81 min
Dónde ver la película Una historia de Brooklyn online

Sinopsis

Park Slope, Brooklyn, 1986. Cuando Walt Berkman, un influenciable chico de 16 años, finge que es suya la canción de Pink Floyd "Hey You" y la canta en un acto del instituto, tenía muy claros sus motivos. "Sentía que podía haberla escrito yo, así que el hecho de que ya estuviera escrita no dejaba de ser un mero tecnicismo." Al mismo tiempo, su hermano Frank, de doce años, bebe cerveza y habla sin pudor de la vida sexual de su madre. Ambos simplemente reaccionan ante la bomba que ha estallado en el seno de su apacible vida familiar: sus padres, Bernard –otrora un prometedor escritor y ahora un profesor de mediana edad- y Joan –una prometedora escritora que va a publicar un libro- anuncian que se separan. Los cimientos familiares se tambalean. Walt y Frank se enfrentan a lo que es repartirse los fines de semana y al desbarajuste de pasar una noche con uno y otra noche con otro.

Noah Baumbach

Director

Britta Phillips

Compositor

Robert D. Yeoman

Fotógrafo

Wes Anderson

Productor

Reparto principal

Jeff Daniels

Jeff Daniels

Laura Linney

Laura Linney

Jesse Eisenberg

Jesse Eisenberg

Owen Kline

Owen Kline

William Baldwin

William Baldwin

Anna Paquin

Anna Paquin

Como acaba Una historia de Brooklyn

Corre el año 1986. Bernard Berkman es un arrogante novelista, antaño prometedor, cuya carrera ha entrado en un lento declive; no encuentra agente. Su infiel esposa, Joan, ha empezado recientemente a publicar sus propias obras con gran éxito, lo que no hace sino aumentar la creciente tensión entre ellos. Un día, Bernard y Joan comunican a sus dos hijos, Walt, de 16 años, y Frank, de 12, que se van a separar. Bernard alquila una casa al otro lado de Prospect Park, en Park Slope, Brooklyn.

Los padres acuerdan la custodia compartida y pasar el mismo tiempo con sus hijos, pero, tras la separación, la relación parental se vuelve más combativa que antes. Joan empieza a salir con Ivan, el profesor de tenis de Frank, y Bernard empieza a compartir su nueva casa con Lili, una de sus alumnas. Los dos chicos empiezan a tomar partido en la batalla entre sus padres, poniéndose Frank del lado de su madre y Walt del de su padre. Walt idolatra a su padre: culpa a su madre e intenta emular a su padre.

Además de los problemas verbales que ambos chicos tienen con sus padres, también muestran luchas internas y formas muy diferentes de manejar el estrés del divorcio de sus padres. Frank se masturba repetidamente en el colegio, empieza a beber cerveza e imita los gestos de Iván. Influenciado en exceso por su padre, Walt estropea su relación con Sophie, su novia, y ella rompe con él. Actúa en el concurso de talentos de su escuela y afirma haber escrito "Hey You" de Pink Floyd. Después de ganar el primer premio y recibir los elogios de su familia y amigos, la escuela se da cuenta de que él no escribió la canción. En ese momento, el colegio llama a Bernard y Joan para hablar de Walt. Todos están de acuerdo en que debe ir al psicólogo del colegio.

En la reunión con el psicólogo, Walt empieza a ver las cosas sin la mancha de las opiniones de su padre. El psicólogo le pide a Walt un recuerdo feliz. Tras algunas reticencias, Walt cuenta cómo su madre le llevaba, cuando era muy pequeño, a ver la exposición de calamares gigantes y ballenas del Museo Americano de Historia Natural; la exposición le asustaba, así que la miraba con los dedos. Luego, en casa, hablaban de lo que habían visto. A medida que hablaban, la exposición daba menos miedo. A Walt le queda claro que su padre nunca estuvo presente y que era su madre quien se ocupaba de él.

Tras una acalorada discusión entre Bernard y Joan sobre la custodia y sobre si Joan volvería a acogerlo, Bernard se desploma en la calle frente a su casa y es trasladado al hospital. Bernard le pide a Walt que se quede a su lado, pero Walt huye al Museo de Historia Natural. La película termina con él de pie frente a la exposición, ahora capaz de mirarla.