"Unwelcome" puede describirse como una comedia de terror; empieza como una película de terror, pero la segunda mitad es más bien cómica. El guión y las interpretaciones son mediocres y, al final, todo resulta demasiado ridículo. Es seguro decir que los simpáticos duendecillos se llevan la palma en esta comedia de terror popular.

Maya y Jamie no cabían en sí de gozo cuando supieron que estaban a punto de dar la bienvenida a un niño a sus vidas. Para celebrar el momento, Jamie sale de casa para comprar una bebida, pero de camino a la tienda se encuentra con una banda de matones. Intentan detenerle, pero consigue entrar en la tienda. Mientras volvía a casa, el grupo le saca de quicio y reacciona. Los matones no estaban de humor para perdonar a Jamie por su error. Atacaron a Jamie cuando entraba en su casa. Maya llamo a la policia, pero tambien la sacaron a rastras del cuarto de bano. Jamie se sintio muy impotente al ver como pateaban y golpeaban a Maya. Consiguio agarrar un cuchillo, y los matones se burlaron y la retaron a matarlos si se atrevia. Afortunadamente, llegó la policía y la banda abandonó la casa. Este incidente marcó a Maya y Jamie para siempre.

Trama de Unwelcome

Maya y Jamie decidieron inmediatamente trasladarse a Irlanda cuando se enteraron de que Jamie heredaba la casa de su tía tras la muerte de ésta. Después del incidente, quedarse en la ciudad les producía ansiedad, y el verde paisaje de la Irlanda rural les reconfortaba la mente y la vista. La pareja tenía esperanzas de empezar una nueva vida con su pequeño en su propia casa, lejos del resto del mundo. Poco después de entrar en la casa, Niamh, la amiga de Maeve, informó a la pareja de que entraría en su casa todos los días para guardar algo de carne para la "gente pequeña". Les explicó que Maeve creía en el viejo mundo y que todos los días hacía una ofrenda de sangre a los Redcaps antes de la puesta del sol. Maya y Jamie se sorprendieron bastante por esta revelación inesperada, pero Maya prometió hacer la ofrenda. No se sentía cómoda con la idea de que Niamh entrara en su jardín todos los días, un trauma que provenía de su pasado. Maya y Jamie no pensaron mucho en lo que Niamh había comentado. Se centraron en arreglar la casa y pidieron ayuda a la familia Whelan.

La familia Whelan era un grupo de gente peculiar. El padre, Colm, era una figura autoritaria que quería que todos a su alrededor se refirieran a él como "papá". Su hijo, Killian, tenía el temperamento de su padre y una naturaleza destructiva en general, mientras que Eoin era el callado con una mirada mortal bastante impredecible. Jamie y Maya confiaron en los Whelan para reparar su casa mientras ellos no estaban. Los Whelan no tardaron ni un segundo en acomodarse en la casa, y su atención pasó de la reparación al robo y la suciedad. Jamie se puso furioso cuando volvió a casa y vio a Killian y Aisling fumando en la puerta. Al entrar, se dio cuenta del daño que habían causado. Tenia ganas de pelear y gritarles -una frustracion contenida que arrastra desde el incidente- pero opto por no enfrentarse a ellos. Con los Redcaps en el bosque y los Whelans en su casa, Maya y Jamie tenian mucho de que ocuparse.

¿Quién salvó a Maya de Eoin? ¿Qué le ocurrió a la familia Whalen?

Rory, un aldeano, desapareció una tarde después de seguir a su perra, Molly, al bosque. Mientras los aldeanos le buscaban, él y Molly no aparecían por ninguna parte. Mientras tanto, cuando Maya ofreció hígado a los Redcaps, se sorprendió al ver que el plato estaba vacío a los pocos segundos. Nunca había creído en esas criaturas míticas, pero el plato vacío contaba otra historia. A la mañana siguiente, mientras trabajaba en el jardín, oyó los ladridos de Molly. Maya no se lo pensó dos veces antes de abrir la puerta que daba al bosque. Siguió los ladridos y se adentró en el bosque. Encontró a Molly, pero la perra la llevó más allá, a una cabaña que olía a huesos. La inquietante cabaña asustó a Maya, que decidió volver a casa. Molly la siguió y, de camino a casa, conoció a Eoin. Eoin era maltratado físicamente por su padre por ser casi siempre una decepción. Maya simpatizó con él y decidió tomar medidas contra papá Whelan. Maya pronto se dio cuenta de que Eoin no era el hombre inocente que ella creía. No quiso soltarle las manos y la empujó al suelo. Cuando Maya volvió a casa después del incidente, contó a Jamie cómo un grupo de Redcaps acudió en su ayuda cuando estaba siendo sujetada por Eoin. Los pequeños mataron a Eoin, y ella llevó a Jamie al bosque para mostrarle la verdad. Pero cuando llegaron al bosque, el cuerpo de Eoin no aparecía por ninguna parte, y Jamie llegó a la conclusión de que tal vez Maya no lo recordaba todo demasiado bien como consecuencia del pánico y el miedo.

Esa noche, cuando Maya estaba sola en casa, entró un Redcap y le ofreció la cabeza de Eoin. Se quedó sin habla y se la enseñó a Jamie cuando volvió a casa. Por mucho que Maya intentara explicarle la situacion, Jamie no podia confiar en ella. Creía que había sido Maya quien había matado a Eoin. Mientras la pareja trataba de procesar su situación, papá Whelan llamó a la puerta. Preguntó por Eoin, ya que su hijo había sido visto por última vez trabajando en su casa. Las nerviosas respuestas de Jamie facilitaron que papá Whelan detectara que estaba mintiendo. Envió a Killian y Aisling a buscar una forma alternativa de entrar en la casa. Aisling vio que Maya intentaba escapar con una bolsa de plástico en la mano. La agarró y encontró en ella la cabeza de Eoin. Maya sabía que necesitaba un milagro para salvarse a sí misma y a Jamie de los Whelan. Corrio hacia el bosque y grito pidiendo ayuda a los Redcaps. Se adelantó y les ofreció todo lo que quisieran a cambio de su favor. Aisling se apodero de Maya cuando volvio, pero los Redcaps vinieron a rescatarla y le abrieron el estomago. Jamie estuvo a punto de ser asesinado por Killian y su padre, pero los Redcaps consiguieron protegerlo. Papá Whelan sobrevivió y estuvo a punto de disparar a Maya en el estómago, pero por suerte Molly le mordió la mano en el momento justo. Maya se hizo con su pistola y le disparó en la cara.

Final de Unwelcome

¿Quién era la anciana?

Maya dio a luz a la mañana siguiente. Decidieron empezar de nuevo y se pusieron a limpiar la casa. Maya se puso delante del espejo después de acostar al bebé, pero enseguida oyó las risitas de los Redcaps. Cuando se acercó a la cuna para comprobarlo, su bebé ya no estaba. Gritó pidiendo ayuda, pero Jamie tenía puestos los auriculares con cancelación de ruido. Maya estaba desesperada por recuperar a su bebé, así que se adentró en el bosque y entró en la cabaña. La pequeña cabaña estaba llena de Redcaps y vio a su bebé tumbado a los pies de una anciana. La mujer no era otra que la hija de Maeve. Los aldeanos creían que la hija de Maeve había sido asesinada por los Redcaps después de que Maeve negociara con ellos para salvar la vida de su marido. Pero claramente, eso no era cierto; parece que los Redcaps habían aceptado a su hija como su líder y la adoraban.

Maya suplicó a la anciana que le devolviera a su bebé, pero ella no estaba dispuesta a hacerlo. La última vez que alguien se atrevió a entrar en su casa y destruir su vida, Maya creyó que no había hecho lo suficiente para protegerse. Pero esta vez estaba decidida a hacer lo que hiciera falta para traer a su hija a casa. Maya utilizó sus propias manos para aplastar el cráneo de la anciana, impresionando a los Redcaps. Los Redcaps la consideraron su reina. Maya trajo a su bebé a casa, pero ya no era una humana corriente. Los Redcaps la rodearon y cantaron "Madre Redcap" mientras bebía una calavera llena de sangre. Era su iniciación como líder de los Redcaps, y Jamie estaba orgulloso de la persona en la que se había convertido su mujer.

"Unwelcome" termina con Maya convertida en la líder de los Redcaps. La vida de Maya y Jamie ya no será la misma, teniendo en cuenta la cantidad de sangre que ahora tendrán que traer regularmente. Cuando Maya llegó a la casa, quería asegurarse de que no tenía nada que temer. Había vivido con miedo cuando se quedó en Londres, y no estaba preparada para vivir esa vida. Pues sí que tomó las riendas de su vida. Aunque ahora no tienen que temer a nadie más que a sí mismos.