Finbar McBride, un hombre tranquilo, soltero y con enanismo, es un nihilista que siente un profundo amor por los ferrocarriles y vive una existencia solitaria. Trabaja en una tienda de maquetas de trenes de Hoboken, Nueva Jersey, propiedad de su viejo y taciturno amigo Henry Styles. Como se siente marginado por un público que tiende a considerarlo peculiar debido a su tamaño, Fin es muy reservado.

Cuando Henry muere inesperadamente, le comunican el cierre de la tienda. Sin embargo, también se entera de que Henry le ha legado una propiedad rural con un depósito de trenes abandonado. Se instala en el viejo edificio con la esperanza de llevar una vida solitaria, pero pronto se ve envuelto a regañadientes en la vida de sus vecinos. Joe Oramas, un cubanoamericano, se encarga del camión de aperitivos de su padre mientras éste se recupera de una enfermedad, y Olivia Harris es una artista que intenta sobrellevar la repentina muerte de su hijo pequeño dos años antes y las ramificaciones que ha tenido en su matrimonio con David, del que está separada; los encuentros iniciales y secundarios de Olivia con Fin casi acaban con su vida cuando ella se distrae mientras conduce su coche. Cleo es una joven que comparte el interés de Fin por los trenes y quiere que dé clases sobre ellos en su clase. Emily es la bibliotecaria local, una joven consternada al descubrir que está embarazada de su novio.

Joe, implacablemente optimista y demasiado hablador, no tarda en romper la reserva de Fin. Los dos empiezan a dar paseos diarios por las vías y, después de que Olivia le regale a Fin una cámara de cine, Joe conduce junto a un tren que pasa para que Fin pueda filmarlo. Joe y Fin se quedan a dormir en casa de Olivia después de ver las imágenes y, a la mañana siguiente, David, nervioso y sin avisar, es recibido por los dos. Los tres forjan una tímida amistad que se ve amenazada cuando Olivia cae en una profunda depresión y desaparece del pueblo. Mientras tanto, Emily busca consuelo en Fin, que poco a poco se da cuenta de que la interacción con otros humanos puede no ser tan desagradable como pensaba. Fin intenta proteger a Emily de su novio en un bar, pero éste le empuja a un lado, provocando que Fin vuelva a caer en su comportamiento asocial. Emily acude más tarde a disculparse y, después de que ella y Fin compartan un beso, pasa la noche con Fin tras preguntarle si puede "simplemente dormir" allí. Cleo le pregunta a Fin si Olivia va a volver, a lo que él responde que no lo sabe. Decide vigilar la casa de Olivia, pero cuando la ve peleándose por teléfono con David y sube al porche, Olivia le dice enfadada que se vaya. Fin pasa la noche bebiendo y, desplomado en la vía, es arrollado por un tren, sin sufrir daños salvo por su reloj de bolsillo. Como si se sintiera bendecido por su don de la vida (y simbólicamente por la destrucción de su reloj en el accidente ferroviario), Fin se dirige a casa de Olivia sólo para descubrir que ella ha intentado suicidarse. Olivia le revela que David va a tener otro hijo con otra mujer. Fin se hace cargo de la casa de Olivia mientras ella se recupera en el hospital. Fin se arma de valor para hablar de trenes a los niños del colegio.

Olivia, Joe y Fin comparten una comida en casa de Olivia, su conversación está llena de pequeñas charlas y reconciliaciones. Olivia y Joe se burlan de Fin por Emily, sugiriéndole que vaya a buscarla de nuevo.