Max Renn es el presidente de CIVIC-TV, una cadena de televisión UHF de Toronto especializada en programación sensacionalista. Harlan, el operador de la antena parabólica no autorizada de CIVIC-TV, muestra a Max Videodrome, un programa sin argumento que aparentemente se emite desde Malasia y que muestra a víctimas anónimas siendo violentamente torturadas y finalmente asesinadas. Creyendo que es el futuro de la televisión, Max ordena a Harlan que empiece a utilizar el programa sin licencia. Nicki Brand, una locutora de radio sadomasoquista[7] que se involucra sexualmente con Max, se excita con un episodio de Videodrome,[8] y va a hacer una prueba para el programa cuando se entera de que se emite en Pittsburgh, pero nunca regresa. Max se pone en contacto con Masha, una pornógrafa softcore, y le pide que le ayude a descubrir la verdad sobre Videodrome. A través de Masha, Max se entera de que las imágenes no sólo no son falsas, sino que son la "cara" pública de un movimiento político. Masha le informa además de que el enigmático teórico de los medios Brian O'Blivion conoce Videodrome.

Max localiza a O'Blivion en un albergue para indigentes donde se anima a los vagabundos a participar en sesiones maratonianas de televisión. Descubre que la hija de O'Blivion, Bianca, dirige la misión con la intención de ayudar a hacer realidad la visión de su padre de un mundo en el que la televisión sustituye a todos los aspectos de la vida cotidiana. Más tarde, Max ve una cinta de vídeo en la que O'Blivion le informa de que Videodrome es un campo de batalla sociopolítico en el que se está librando una guerra para controlar las mentes de los habitantes de Norteamérica antes de ser estrangulado por Nicki; Max alucina entonces que Nicki le habla directamente y hace que su televisor ondule mientras besa la pantalla. Perturbado, Max regresa al refugio para indigentes de O'Blivion. Bianca le cuenta que Videodrome transmite una señal que hace que el espectador desarrolle un tumor cerebral maligno. O'Blivion ayudó a crearlo como parte de su visión del futuro, y veía las alucinaciones como una forma superior de realidad. Cuando descubrió que iba a utilizarse con fines malévolos, intentó detener a sus socios; éstos utilizaron su propio invento para matarle. El año anterior a su muerte, O'Blivion grabó decenas de miles de vídeos, que ahora son la base de sus apariciones en televisión.

Esa misma noche, Max alucina colocando su pistola en un corte de su abdomen. Se pone en contacto con él el productor de Videodrome, Barry Convex, de la Spectacular Optical Corporation, una empresa de gafas que actúa como tapadera de una compañía armamentística, quien utiliza un dispositivo para grabar las fantasías de Max de azotar a Nicki. Max se despierta y encuentra el cadáver de Masha en su cama. Llama desesperado a Harlan para que fotografíe el cadáver como prueba, pero, poco después de llegar, el cuerpo ya no aparece por ninguna parte.

Deseoso de ver la última emisión de Videodrome, Max se reúne con Harlan en su estudio. Allí, Harlan le revela que ha estado trabajando con Convex con el objetivo de reclutar a Max para su causa: acabar con la decadencia cultural de Norteamérica provocando tumores cerebrales mortales a cualquiera que esté tan obsesionado con el sexo y la violencia como para ver Videodrome. Convex inserta entonces una cinta Betamax de lavado de cerebro en el torso de Max. Bajo la influencia de Convex, Max asesina a sus colegas de CIVIC-TV. Más tarde intenta asesinar a Bianca, que consigue detenerle mostrándole una cinta de vídeo del asesinato de Nicki en el plató de Videodrome. Bianca "reprograma" a Max para la causa de su padre: "Muerte a Videodrome. Larga vida a la nueva carne". Siguiendo sus órdenes, mata a Harlan y a Convex.

Buscado por sus asesinatos, así como por los de sus colegas, Max se refugia en un barco abandonado en las Tierras Portuarias. Nicki se le aparece en un televisor y le dice que ha debilitado Videodrome, pero que para derrotarlo por completo debe ascender al siguiente nivel y "abandonar la vieja carne". El televisor muestra entonces una imagen de Max disparándose en la cabeza, lo que provoca la explosión del aparato. Reproduciendo lo que acaba de ver en la televisión, Max pronuncia las palabras "Larga vida a la nueva carne" y se pega un tiro.