Natalie (Kelsey Chow) fue brutalmente violada por un Pete borracho (James Jordan), mientras que el resto del equipo del sitio de perforación, todos ellos también borrachos, golpearon a su novio Matt (Jon Bernthal) hasta la muerte, mientras él trataba de defenderla -se muestra claramente que tenían una relación amorosa y estaban juntos en la cama cuando ocurrió el incidente-; ella se las arregla para escapar. Sin embargo, dado que no estaba lo suficientemente abrigada para el frío glacial del exterior y había huido descalza, pudo avanzar unos kilómetros antes de sucumbir a una hemorragia pulmonar por la exposición.

Cuando el jefe de la policía tribal Ben (Graham Greene), la agente Jane del FBI (Elizabeth Olsen) y el rastreador Cory (Jeremy Renner) aparecen en el lugar de la perforación, junto con algunos policías, siguiendo las pistas de su investigación, el equipo se reúne con ellos y descarta a Matt por "haberse marchado hace un rato, después de una pelea con Natalie". ... pero, entonces, uno de ellos menciona "Natalie ha sido encontrada por medio de los canales de radio de la policía" - lo que no puede ser, ya que su nombre no ha sido revelado, como Jane señala! - . La situación se intensifica en un punto muerto mexicano que Jane por poco consigue desinflar y los obliga a todos a llevar el equipo a los dormitorios. Mientras tanto, Cory ha descubierto los rastros de donde fue encontrado el cuerpo de Matt dejando un rastro que le llevó de vuelta al lugar de la perforación; advierte a Ben que al mismo tiempo que Pete -que estaba escondido en los cuartos- dispara al grupo, hiriendo a Jane e iniciando un tiroteo que mata a Ben y a algunos de los oficiales y el equipo del sitio. Cory, desde lejos, usando sus habilidades de francotirador, mata a algunos de los sobrevivientes del sitio que intentaban eliminar al resto del grupo de investigación. Pete escapa, herido, pero Cory lo alcanza y lo lleva a la cima de una alta montaña.

Allí arriba, después de dejarlo en las mismas condiciones en las que estaba Natalie cuando murió -descalzo y con la mínima vestimenta-, Cory obliga a Pete a confesar sus crímenes, lo cual hace. Entonces, le da al hombre "la misma oportunidad que a Natalie"; en este caso, trata de llegar a una carretera cercana para pedir ayuda. Lo cual es básicamente una sentencia de muerte por venganza, ya que Pete sólo llega a menos de un kilómetro antes de morir de la misma manera que Natalie.

Más tarde, Cory y Jane comparten un breve momento en el hospital, donde él alaba su valor y ella llora al pensar en la difícil situación de Natalie. También visita al afligido padre de Natalie, Martin (Gil Birmingham), y le dice que el criminal "salió con un quejido" y que debería estar abierto a darle otra oportunidad a su otro hijo delincuente, Chip (Martin Sensmeier), mientras ambos lamentan las pérdidas de sus respectivas hijas -la propia hija mayor de Cory murió y fue encontrada, hace años, en circunstancias similares a las de Natalie, mientras estaba en una fiesta-.

La película termina con una tarjeta de título que anuncia que cada año se llevan estadísticas de las personas de todos los grupos demográficos que desaparecen, excepto las mujeres indígenas, cuyo número se desconoce perpetuamente, como crítica a la indiferencia del sistema ante su situación.