Adam Petrazelli es un aspirante a chef que sufre de esquizofrenia, lo que le hace escuchar voces y tener visiones, las tres más recurrentes son Rebecca (tipo ángel hippie en el hombro), Joaquín (tipo diablo caliente en el hombro), y El Guardaespaldas (allí cuando Adam se siente incómodo). Se transfiere a una nueva escuela y conoce a Maya, la mejor alumna que da clases particulares. Entablan una amistad que poco a poco se convierte en un romance, pero Adam no le cuenta a Maya sobre su estado.

Después de que Adam deja de tomar su medicación debido a algunos efectos secundarios que le impiden cocinar, entre otras cosas, ve más visiones y arremete contra gente como el novio de su madre, Paul (después de enterarse de que van a tener un bebé, lo que le hace sentirse inseguro), y el sacerdote de la escuela, el Padre Pérez. Para empeorar las cosas, lo suspenden después de que la escuela se entera de un incidente anterior en su antigua escuela donde experimentó su primer brote psicótico, así como del hecho de que la escuela no se enteró inicialmente de su condición. Adam desafía a la escuela yendo al baile de graduación ya que Maya ya aceptó ir con él, pero tiene otro brote psicótico en el que empuja a una monja y termina haciéndose daño a sí mismo.

Adam es internado en una sala de psiquiatría y lentamente comienza a reconectarse con aquellos a los que se enfureció. Se entera por su madre de que Paul estaba tratando de mantenerlo en la escuela y que ellos tomen su condición más en consideración, y Adam se disculpa con Paul por su comportamiento. Adam luego va a la graduación después de que el Padre Pérez lo aprueba, y Adam da un discurso en el que reconoce su condición pero elige no ser definido por ella. Se disculpa con Maya por no decirle la verdad, y reanudan su relación.

Adam se convierte en un buen hermano mayor del nuevo hijo de su madre, y entra en la escuela culinaria de sus sueños.