Dos zoólogos gemelos, Oswald y Oliver Deuce (Brian Deacon y Eric Deacon), están estudiando el comportamiento de los animales en un zoo cuando sus esposas mueren en un accidente de coche en el que un gran cisne se estrella contra el parabrisas del vehículo. La mujer que conducía el coche, Alba Bewick (Andréa Ferréol), no muere, pero sufre la amputación de una pierna.

Venus de Milo (Frances Barber), una prostituta y cuentacuentos que trabaja en el zoo, intenta entablar una relación con los gemelos, aparentemente para ayudarles a recuperarse de su pérdida. Mientras tanto, Oswald y Oliver se obsesionan gradualmente con las imágenes de crecimiento y descomposición, viendo vídeos sobre los orígenes de la vida y creando vídeos time-lapse de formas de vida en descomposición. Empiezan esta última tarea con una manzana verde, mordida y pudriéndose ante el objetivo de su cámara.

En su descenso, los gemelos se involucran sentimentalmente con Alba y se apegan cada vez más el uno al otro. La Venus de Milo se queda con ellos lo suficiente como para observar cómo crecen sus obsesiones: empiezan a grabar en vídeo la descomposición de los langostinos y se interesan personalmente por la infancia de Alba, hasta el punto de pedirle que les enseñe un campo que aparece en una fotografía de su mesilla de noche. Se obsesionan con los caracoles y aprovechan sus contactos en el zoo para crear vídeos de descomposición de animales cada vez más complejos, ascendiendo poco a poco en la cadena alimentaria. En la película aparecen extractos de la serie de televisión Vida en la Tierra, de Sir David Attenborough, incluida su narración[3].

Alba se convierte en objeto de los experimentos de su cirujano, que acaba amputándole la otra pierna, alegando que ejerce presión sobre su columna vertebral. Su verdadero motivo es convertir a Alba en un sujeto de sus recreaciones de los cuadros de Johannes Vermeer; la Venus de Milo también participa en este proceso.

Al final, la obsesión de los hermanos Deuce por la decadencia les lleva a lo más alto de la cadena alimentaria y a una compleja negociación a vida o muerte con la propia Alba. El proyecto de los hermanos parece la única inversión emocional posible para cualquiera de ellos, así que Alba se ofrece como el espécimen final para ser fotografiada en su decadencia. Sin embargo, su familia interviene antes de que los hermanos puedan reclamarla, por lo que se ven obligados a buscar otra forma de crear su último vídeo time-lapse. Lo hacen volviendo al campo de la infancia de Alba y montando el equipo necesario para facilitar y capturar su propia descomposición. Sin embargo, una enorme plaga de caracoles cubre el equipo y los cuerpos, y acaba por cortocircuitar el sistema eléctrico, deteniendo su gran proyecto.