En 1992, el Dr. Contreras padre se prepara para abandonar una finca en Santa Clara, Colombia. Intenta quemar una serie de archivos y los guarda en el montacargas cuando oye ruidos en la casa. En el segundo piso, es perseguido por lo que parece ser un grupo de niños, cayendo al vacío al ser empujado desde el balcón.

Veinte años después, Sarah y Paul se trasladan del Reino Unido a Santa Clara con su hija, Hannah. Sarah va a ser la nueva gerente de una fábrica de papel que posee su padre, Jordan. Se mudan a la finca, que es propiedad de la empresa. La pequeña familia adora la finca, aunque Hannah está asustada por el montacargas abierto en la pared de su habitación.

Poco después de su llegada, Sarah y Paul asisten a una cena en la noche de apertura del festival de Los Niños Santos, dejando a Hannah al cuidado de su niñera, Catalina. Comienzan a producirse sucesos extraños en la finca, y una Hannah dormida es despertada por la puerta del montacargas que se abre de golpe. Al ver su peluche favorito, Hannah sube al montacargas para recuperarlo, quedando atrapada.

Al llegar a casa, Sarah y Paul descubren a Hannah, enferma y con un sarpullido. Catalina menciona incómodamente que cree que había un fantasma en la casa y es despedida por Paul. Durante el día siguiente, Hannah se enferma, su sarpullido empeora, y la pareja acuerda llevar a Hannah de vuelta al Reino Unido para que reciba la atención médica adecuada.

Esa noche, mientras se desata una tormenta, aparecen unos niños que llevan vendas manchadas y sucias y secuestran a Hannah, llevándosela por la selva. La policía se muestra escéptica ante el relato de Sarah y Paul, y un frustrado Paul busca a Catalina, desesperado por obtener respuestas.

Catalina lleva a Paul a la iglesia, donde ve a uno de los niños, y sigue al niño hasta una chabola donde encuentra a los padres de un niño que desapareció misteriosamente hace 20 años. Antes de su desaparición, el niño presentaba los mismos síntomas que Hannah. Mientras tanto, Sarah se fija en un dibujo que Hannah hizo en el montacargas e investiga. Al caer al fondo del pozo, descubre los expedientes de varios niños que murieron por envenenamiento con mercurio.

Por separado, Sarah y Paul se dirigen a la antigua fábrica de papel donde se encuentran y buscan a Hannah. Jordan les ayuda en su búsqueda, arrastrándose a través de una tubería para enfrentarse a los niños, que empiezan a quitar las vendas que cubren sus sarpullidos parecidos a los de las quemaduras. Los niños le atacan por haber ocultado los cadáveres en lugar de informar a la policía y a las familias de los niños sobre sus muertes. Entonces ve a Hannah y se dirige hacia ella.

Acunando a su nieta, chorros de mercurio emergen de sus erupciones y son absorbidos por el cuerpo de Jordan. Rodeado por los niños, con el mercurio brotando de sus cuerpos, muere. Hannah se despierta, ahora sana, en los brazos de su madre.

Durante los créditos, los niños juegan en una escuela que lleva el nombre del poblado de chabolas en el que vivían los niños desaparecidos. Hannah es una alumna y Catalina es ahora una profesora.