El final de “Despido procedente”

1 h 30 min

Imanol Arias interpreta a un directivo de una empresa de telecomunicaciones que está a punto de enfrentarse a la semana más importante de su vida, pero todos sus planes se verán truncados por la aparición de un escéntrico personaje, Dario Grandinetti, que hará de su semana un infierno.

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A continuación, puedes leer el resumen y la explicación de Despido procedente

Final de Despido procedente explicado

Cuando Javier (Imanol Arias) se entera que Rubén (Darío Grandinetti) ha provocado que su empresa lo despida sin tener que pagarle finiquito ni indemnización, decide secuestrar a su hijo con ayuda de Eduardo (Luis Luque).

Cuando Javier llega a su casa con el secuestrado y su complice Eduardo, se encuentra a su mujer teniendo sexo con su profesor de tango, y la echa de casa.

Javier llama a Rubén para decirle que tiene a su hijo. Quedan en un Estadio de fútbol para hablar del tema. El hijo de Rubén se queda con Eduardo fumando porros.

Entre la afición del equipo local, Rubén le pega a Javier, que lleva una bufanda del equipo y los hinchas locales lo defienden.

Rubén decide contarle todo a cambio de que deje libre a su hijo. Le explica que es un ex-compañero de Omar, el jefe de recursos humanos de su empresa, que se encarga de forzar a la gente a firmar su despido voluntario para ahorrarle dinero a la empresa. Le ofreció el bonus de la renuncia de Javier a cambio de que consiguiera que se fuera.

Planean entrar en la empresa y desenmascarar a Omar.

Rubén y Javier consiguen entrar en el edificio con la ayuda de la ex-secretaria de Javier.

Exigen que le reintegren el bonus a Javier y le paguen lo que le deben a Rubén.

Acaban siendo todos amigos y Javier les da a Rubén y su hijo su bonus para que monten la empresa que tenían planeada. Ellos le dicen que solo aceptan el dinero si él acepta dirigirla.

 

 

 

 

 

 

 

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