Roberto está deprimido tras la muerte de su mujer, Lucía, en un accidente de tráfico. Decide dejar Puerto Vallarta y mudarse a Ciudad de México con su hija de 17 años, Alejandra. Al instalarse en su nueva escuela, Alejandra acude una noche a una fiesta con sus compañeros de clase. En la fiesta, tiene relaciones sexuales con José, que graba el encuentro con su teléfono. Al día siguiente, las imágenes circulan por el instituto y Alejandra recibe mensajes de texto en los que la llaman "puta". Esto sirve de excusa para que sus compañeros la intimiden y la acosen sexualmente. Ella no habla de estos incidentes con nadie.

La escuela organiza un viaje a Veracruz al que todos los alumnos deben asistir. En el complejo, cada habitación se comparte en grupos de cuatro. Sus compañeras de habitación vuelven a intimidar a Alejandra para que se meta en la ducha. A continuación, bloquean la puerta del baño. Por la noche, mientras el resto de los estudiantes disfruta de una fiesta en la habitación principal, los chicos se turnan para entrar en el baño y violarla.

A continuación, los estudiantes se dirigen a la playa para continuar la fiesta. Cuando termina, Alejandra está dormida en la playa mientras uno de los chicos orina sobre ella. Una de las alumnas le sugiere que se meta en el mar para lavarse. El resto se une a ella y se divierten en el agua. Alejandra desaparece y el resto se inquieta por las repercusiones. A la mañana siguiente, los profesores descubren que ha desaparecido y alertan a su padre. Éste se entera del acoso y se frustra cuando la policía no puede actuar, ya que los delitos han sido cometidos por menores.

Sin que nadie lo sepa, Alejandra está a salvo en un edificio donde se fue a dormir. Mientras tanto, su padre sigue a un coche conducido por el padre de José y secuestra a éste después de que su padre haya ido a aparcar el coche. Ata las manos de José a la espalda y lo amordaza. Conduce hasta la costa, donde alquila una barca y lleva a José al mar, donde lo arroja por la borda, antes de volver a poner en marcha el motor y seguir navegando por el mar.