Final de Días contados

(1994)
Final de Días contados

Título original: Días contados

06/10/1994 (ES)Drama, Suspense93 min
Para mayores de 18 años
Dónde ver la película Días contados online

Sinopsis

Días antes de cometer un atentado, Antonio, un pistolero de la banda terrorista ETA que ha dedicado su vida a una causa en la que ya no cree, conoce a Charo, una joven drogadicta que, a pesar del ambiente sórdido en el que vive, conserva todavía su inocencia.

Imanol Uribe

Director

José Nieto

Compositor

Javier Aguirresarobe

Fotógrafo

Andrés Santana

Productor

Reparto principal

Carmelo Gómez

Carmelo Gómez

Ruth Gabriel

Ruth Gabriel

Candela Peña

Candela Peña

Karra Elejalde

Karra Elejalde

Elvira Mínguez

Elvira Mínguez

Javier Bardem

Javier Bardem

Como acaba Días contados

Antonio (Carmelo Gómez), un terrorista de ETA descarado e individualista, viaja con dos compañeros de célula, Carlos (Joseba Apaolaza) y Lourdes (Elvira Mínguez) a Madrid, donde pretenden perpetrar un atentado terrorista contra una comisaría. Al igual que Lourdes, con la que comparte una compleja relación sentimental, Antonio se ve envuelto en una espiral de desencanto y abatimiento respecto a la organización y a la vida que ha llevado hasta ahora.

Se instala en la zona bajo la apariencia de un modesto fotógrafo para la prensa, y se enamora de su vecina, Charo (Ruth Gabriel), una ingenua prostituta con un inminente problema de drogas que desconoce las actividades de Antonio. Ella le corresponde, y Antonio utiliza su caprichoso deseo de tener su primera cita en Granada como excusa para huir de Madrid justo después de disparar a un policía. Mientras tanto, las cosas se complican cuando se hace pública la identidad de Antonio como terrorista y Lisardo (Javier Bardem), un conocido de Charo, drogadicto y por cierto informante, delata la identidad de Antonio al policía corrupto Rafa (Karra Elejalde).

La película termina con una nota trágica cuando el coche bomba (que contiene 100 kg de explosivos) y el coche de la policía que transporta a Charo convergen sin remedio frente a la comisaría. Impulsado por su amor, por su vena autodestructiva, o por ambas cosas, Antonio sigue el coche hasta la puerta de la comisaría justo cuando Carlos aprieta el detonador.