Van al templo de Thoth (Chadwick Boseman), el dios de la sabiduría. Antes de entrar, Hathor le ordena a Bek que le traiga un poco de agua, pero como su corazón pertenece a otro, sus poderes no funcionan con él. Hathor puede ponerse en contacto con Zaya desde más allá de los mundos para hacerle saber que Bek está tratando de rescatarla.

Bek juega con el ego de Thoth y consigue que los ayude. Se une a los tres cuando se encuentran con la Esfinge. La Esfinge recita el enigma, y ​​Thoth responde, pero sus dos primeras conjeturas son incorrectas. Decide pensar como un mortal en lugar de un dios, y obtiene la respuesta correcta.

Los héroes encuentran el ojo, y Bek se prepara para verter el agua para detener a Set, hasta que aparece el mismo. Roba el cerebro de Thoth y le dice a Bek que sabe lo que Horus le prometió y que no puede devolver a Zaya. Set toma el agua y la vierte.

Set viaja a la casa de Ra. Critica a Ra por no permitirle tener hijos. Ra dice que fue parte de una prueba que aún no ha superado. Quería que Set asumiera sus propios deberes para luchar contra Apep, pero Set en cambio se enfrenta a su padre y coge la lanza de Ra, matándolo. Set tira a Ra por el barranco, lo que permite que Apep se libere y comience a atravesar Egipto.

Hathor le da a Bek su brazalete para que se lo lleve a Zaya para que pueda tener algo que ofrecer antes de entrar a la otra vida. Hathor es arrastrado por los espíritus malignos. Anubis lleva a Bek a Zaya para darle el amuleto, pero la llegada de Apep significa que la puerta de la otra vida está sellada.

Bek regresa al mundo mortal y se reúne con Horus, a pesar de sentirse traicionado por él. Mientras tanto, la armadura de Set ha mejorado con las alas de Neftis, el cerebro de Thoth, el ojo de Horus y la lanza de Ra.

Horus se transforma en su forma de halcón una vez más y comienza a pelear con Set. Luchan en la cima de la pirámide, mientras que Bek está acorralado por Urshu. Después de una breve pelea, Bek logra empujar a Urshu hasta su muerte.

Bek consigue el ojo de Set, hiriéndose mortalmente. Le lanza el ojo a Horus, pero el dios elige rescatar a Bek mientras cae sobre el lado de la pirámide. Horus lleva a Bek a salvo y luego vuela para continuar luchando con Set hasta que logra debilitar a su tío. Horus toma la lanza de Ra y se la clava a Set, destruyéndolo para siempre. Vuela para recuperar a Ra y devolver su lanza, permitiéndole mantener a Apep alejado una vez más.

Una pequeña niña del pueblo le devuelve el ojo a Horus, y la gente de Egipto lo alienta para liberarlo. Horus luego va ver a Bek, momentos antes de morir. Él lleva su cuerpo de vuelta a su casa para acostarse junto a Zaya.

Ra aparece y le agradece todo a Horus, le dice que tiene una deuda con él. Horus dice que quiere lo que quiere es imposible. Ra sabe lo que significa y usa su poder para devolver la vida a Bek y Zaya. Se despiertan y se besan.

A continuación, Horus se convierte en rey de Egipto, mientras que Thoth y Neftis también son devueltos a la vida. Horus coge la pulsera de Hathor y decide ir a rescatarla. Deja a Bek, ahora el consejero de Horus, para asegurarse de que Egipto este en buenas manos.