Harry Pearce es el jefe del departamento antiterrorista (Sección D) del MI5. El equipo de Harry está transportando al terrorista Adem Qasim por Londres cuando el convoy es atacado, lo que permite que Qasim escape y que un agente de la CIA sea asesinado. Al darse cuenta de que la CIA exigirá un chivo expiatorio y de que pronto será despedido, Harry finge suicidarse saltando al Támesis desde el puente de Lambeth. Entonces localiza a Qasim y le ofrece un trato: le dará "lo que quiere" si le entrega el contacto del MI5 que le ayudó a escapar.

Will Holloway (Harington) es recogido en Moscú por la agente del MI5 Hannah Santo y llevado a Londres para reunirse con el director general del MI5 Oliver Mace, el presidente del JIC Francis Warrender, el jefe de contrainteligencia del MI5 Emerson y la subdirectora general del MI5 Geraldine Maltby. El padre de Will había trabajado estrechamente con Harry hasta que éste murió en combate. Will trabajó con Harry durante varios años, hasta que éste le dio de baja alegando un mal rendimiento. Los oficiales de inteligencia no se dejaron engañar por el suicidio de Harry y quieren que Will lo traiga.

Harry se pone en contacto con Will y organiza una reunión. Harry revela sus sospechas sobre un traidor del MI5 y pide la ayuda de Will. Will se niega a confiar en Harry, pero empieza a investigar la teoría sin avisar al MI5. Se reúne con June, una agente de la sección D implicada en el transporte fallido de prisioneros, e investigan el piso del jefe de la operación, Robert Vass. Encuentran pruebas incriminatorias, pero Vass llega a su casa y June lo mata en una pelea.

Los jefes de la inteligencia británica asisten a una ópera con funcionarios de la OTAN, donde un terrorista suicida mata a Warrender y a otros cinco funcionarios. Qasim se atribuye el mérito, alegando que se trata de un ataque dirigido a la élite y no al público, pero no está satisfecho con la respuesta del gobierno, por lo que empieza a planear un ataque en Oxford Circus que matará a cientos de civiles.

Qasim quiere, a cambio del traidor, a su mujer, que el MI5 ha intercambiado con el FSB ruso. Harry se reúne con el FSB en Berlín, pero Will y June intervienen e intentan capturar a Harry. Harry se da cuenta de que June está trabajando contra ellos y convence a Will de que tiene la intención de matarlos. Capturan a June, que ha estado siguiendo las órdenes del traidor sin saberlo. La dejan en Berlín y se reúnen con el equipo del FSB. Se enteran de que la mujer de Qasim ha muerto, así que organizan un encuentro con Qasim en Londres, afirmando que está viva.

Harry y Will reclutan a Hannah para su causa y ella se hace pasar por la esposa de Qasim. Sin embargo, cuando la operación es un fracaso, Harry se reúne a solas con Qasim, confirma que su esposa está muerta y hace un nuevo trato. Temiendo el trato que pueda haber hecho Harry, Will exige a Hannah que llame al SCO19, que detiene a Harry y a Will y los lleva a la sede del MI5.

Qasim ha dado a Harry la ubicación de su célula terrorista, lo que permite al MI5 neutralizar el ataque pendiente y detener a la mayoría de los hombres de Qasim. Mientras Mace, Emerson y Maltby interrogan a Harry, Qasim irrumpe en la sala con hombres armados, matando a varios miembros del personal. Para su horror, Harry había dado a Qasim los conocimientos necesarios para infiltrarse en el cuartel general. Mace ofrece su vida si Qasim perdona a los demás, pero cuando Emerson se atribuye el mérito de sabotear el transporte, Qasim lo mata. Will trabaja con June para matar a Qasim y a sus matones.

Ahora, consciente de que Harry tenía razón sobre el traidor, Mace lo deja escapar. Will alcanza a Harry y le exige una explicación; Harry explica que era la única manera de detener el ataque y matar al traidor, y que la muerte de algunos agentes del MI5 era preferible a la de cientos de civiles.

Una semana después, Harry se reúne con Maltby en una casa junto al mar. Harry le dice que sabe que fue ella quien saboteó el transporte de prisioneros, y que Emerson sólo se atribuyó el mérito para protegerla. Cuando Maltby se niega a aceptar las consecuencias, Harry le revela que ha envenenado su almuerzo y que sólo le quedan dos horas de vida.

Harry se reúne con Will y le explica que la verdadera razón por la que lo decomisó no fue porque no fuera lo suficientemente bueno, sino para protegerlo por respeto a su padre. A continuación, Harry se marcha.