La película sigue a Michael Sullivan, hijo de un diplomático del Departamento de Estado estadounidense que murió cuando Michael era joven. Michael deja un lucrativo trabajo en un gran banco y consigue el trabajo de sus sueños como diplomático en las Naciones Unidas (ONU), en el otoño de 2002. Se le asigna trabajar como asistente del Secretario General Adjunto Costa "Pasha" Passaris, el jefe del Programa Petróleo por Alimentos, que funciona desde 1995 para ayudar a los ciudadanos de Irak sin permitir que las ventas de petróleo impulsen a Saddam Hussein y su régimen.

En su primera visita a Bagdad, la jefa de la diplomacia local de la ONU, Christina Dupre, deja claro a Pasha que está preocupada por la corrupción en el programa y que planea publicar un informe en el que exprese sus preocupaciones. Esta es la primera vez que Michael oye hablar del problema, y en el transcurso de la película descubre un gran escándalo de corrupción, por el que los sobornos y las coimas desviaron 20.000 millones de dólares de los fondos de los alimentos a manos de empresas, bancos, funcionarios de varios gobiernos y funcionarios de la propia ONU, posiblemente incluido Pasha, para que Hussein se embolsara más de 1.000 millones de dólares de los fondos.

Michael se enamora de Nashim, una trabajadora de la ONU en Bagdad que le revela aspectos de la corrupción, mientras ella trabaja de forma encubierta para promover la causa de su propio pueblo, los kurdos del norte de Irak. Pasha intenta enseñar a Michael las realidades de la diplomacia en un mundo lleno de corrupción, destacando que los 60.000 millones de dólares se destinan a la compra de alimentos y medicinas para el pueblo de Irak.

A medida que mueren más personas de su entorno, entre ellas Nashim y Dupre, y que la corrupción continúa incluso después de que el programa se diera por concluido de iure en 2003, tras la invasión de Irak por la coalición, un abatido Michael reúne pruebas y las lleva a The Wall Street Journal.